La irrupción de las nuevas variantes, especialmente la británica, están dando una vuelta de tuerca a la crisis sanitaria. Tanto están cambiando el rumbo que los expertos consideran que las nuevas cepas pueden causar otra pandemia completamente distinta a la actual. Volver a empezar de cero pero con 100 millones de contagios y dos millones de muertes a cuestas. La mutación hallada en Reino Unido poco antes de acabar 2020 está ya muy asentada en Europa. Presente en muchos países, en varios es ya la cepa dominante. Es más contagiosa y, presumiblemente, también más mortal. Igual que parecen serlo la sudafricana y la brasileña.
Su presencia ha derivado en un constante incremento de contagios y muertes por coronavirus en todo el planeta. Los científicos del mundo están acelerando en busca de controlar estas mutaciones antes de que crezcan y se descontrolen por completo, ocasionando otra pandemia peor que la actual. Así lo piensa Santiago Moreno, jefe de Enfermedades infecciosas del hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Aunque de momento parecen que sí son más contagiosas, no está demostrado que sean más letales. Esta situación podría cambiar si una de estas variantes pudiera resistir a las vacunas que ya están administrándose. Si la mutación hiciera que aumentara su virulencia podría dar lugar a la nueva pandemia.
Infecciones crónicas
El gran peligro está, ha añadido Moreno, “en que se conviertan en infecciones crónicas y persistan durante largos periodos en algunos pacientes, en concreto los inmunodeprimidos”. Es muy probable que estas mutaciones se originen, precisamente, por la persistencia del patógeno en algunas personas, ha argumentado el experto.
Las nuevas cepas pueden causar otra pandemia y, dentro de ellas, especialmente la británica. Esta variante está ya asentada en España, hay transmisión local y tiene capacidad para originar nuevos brotes por su elevada transmisión. Pese a las medidas adoptadas, el experto cree que nos vamos a infectar más rápido que antes. Moreno cree que la solución la traerán las vacunas. La efectividad ante ellas de los antivirales parece traer la esperanza.
