Todo el mundo es consciente de que el tabaco mata, pero también afecta a diversas partes de nuestro cuerpo. La Fundación Española de Reumatología (FER) ha puesto en marcha la campaña ‘Por tus huesos no fumes’. Lo hacen con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, con el objetivo de evidenciar los daños que produce fumar en el sistema inmunitario y afecta a huesos y músculos.
«El tabaquismo aumenta el riesgo de padecer enfermedades autoinmunes sistémicas como el lupus que puede afectar a órganos vitales como el corazón, los pulmones o el riñón. Así como ser el principal factor ambiental que predispone a padecer artritis reumatoide, multiplicando por cuatro el riesgo de padecerla». Esto es lo que comenta el presidente de la FER, José María Álvaro-Gracia.
La relación entre el tabaco y la debilidad de huesos y músculos está demostrada, favoreciendo enormemente el riesgo de fracturas y otras lesiones, tendinitis, fracturas y roturas fibrilares. «Se ha demostrado que los pacientes fumadores con artritis reumatoide tienen mayor mortalidad que los no fumadores. Y ésta se reduce de forma progresiva al dejar de fumar», ha explicado. En este sentido, resulta evidente que el primer consejo de todo médico a pacientes con esta enfermedad debería pasar por evitar el tabaquismo.
Por otro lado, con respecto al lupus, diversos estudios han evidenciado un aumento en el riesgo de desarrollarlo en personas fumadoras, el cual no se ha podido demostrar en exfumadores, por lo que, a juicio de los expertos, estaría relacionado directamente con el consumo.
Lesión de huesos por fumar
El tabaquismo aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis y causar fracturas. Los fumadores mayores tienen entre 30% y 40% más de probabilidad de fracturarse la cadera que los no fumadores de la misma edad. La nicotina presente en los cigarrillos ralentiza la producción de osteoblastos y el tabaco descompone el estrógeno más rápidamente, por lo que debilita el esqueleto. Conclusión: Fumar también afecta a huesos y músculos.