Las mutaciones y cambios del SARS-CoV-2 siguen produciéndose. La más destacada proviene de la cepa encontrada en los visones en Dinamarca y que supuso el sacrificio de millones de estos animales. Ahora hallan una nueva variante del coronavirus que, además, se propaga con gran rapidez. La cepa en cuestión ha aparecido en Reino Unido y los científicos la asocian al incontrolable aumento de casos en el sur de Inglaterra.
El ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, ha confirmado este extremo. Los científicos británicos han detectado “una nueva variante de coronavirus que puede estar asociada a la propagación más rápida en el sur de Inglaterra”, ha manifestado. La primera medida es que los condados de Essex (al este de Inglaterra) y Kent (situado al sureste) pasan al máximo nivel de restricciones. Esto significa que a partir del miércoles deberán cerrar bares y restaurantes salvo para entregas a domicilio.
Pese a que todavía no se conocen todos los datos sobre la nueva cepa, Hancock cree que son necesarias “acciones rápidas y decisivas”. Podría no faltarle razón. De momento ya se han identificado más de 1.000 casos de la nueva variante, sobre todo en el sur de Inglaterra. El ministro ha argumentado que, hasta ahora, no existen evidencias de que la variante tenga efectos más nocivos sobre la salud o que su presencia vaya a hacer perder efectividad a las vacunas. Las autoridades británicas, tras estas cifras, ya lo han comunicado a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Faltan pruebas
Hallan una nueva variante del coronavirus que se propaga con mucha velocidad en Reino Unido. Desde la OMS, que ya conoce la información, se ha asegurado que “no hay pruebas” de que esta nueva cepa “se comporte de manera diferente”, según ha asegurado Maria Van Kerkhove, responsable técnica de la gestión de la pandemia de esta organización. La variante, ha continuado, ya ha sido analizada por el grupo de trabajo de la entidad y puede decirse que ha surgido “en el contexto de las variantes de visón identificadas en otros lugares”.
