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El síndrome de la bata blanca

por WebSalud
Síndrome de la bata blanca
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Acudir a revisiones médicas, a los servicios de urgencias cuando es necesario o a la realización de alguna prueba es habitual en la vida. Hay personas para las que esto se les hace una cuesta más grande que la de enero. Se trata de una patología psicológica. Personas a las que entra en una consulta médica se convierte en un auténtico suplicio. Sufren el síndrome de la bata blanca. Esta enfermedad también es conocida como la hipertensión de la bata blanca ya que estas personas tienen una mayor presión arterial en la consulta que fuera de ella. El principal riesgo es que reciban medicación cuando no les hace falta.

Numerosas investigaciones apuntan que, al menos en España, casi un 40% de las personas a las que se trataba por hipertensión padecían este síndrome. Suele afectar más a las mujeres y, con más frecuencia, en adultos jóvenes. Estamos ante una reacción psicológica exagerada de las personas que padecen esta patología. Estos individuos se sienten amenazados cuando tienen que acudir a consultas médicas. Esto termina generando un elevado nivel de adrenalina que puede degenerar en problemas cardíacos. La existencia de malas experiencias anteriores en citas médicas puede llegar a explicar estas conductas.

Consecuencias graves del síndrome de la bata blanca

Las consecuencias que puede tener el síndrome de la bata blanca son numerosas y, algunas de ellas, muy graves. La peor ya está mencionada. Esta no es otra que adultos jóvenes sean consideradas hipertensas y reciban medicación para ello. La situación más normal es que terminen requiriendo fármacos de manera crónica. También puede generar que, en otras personas, la tensión les baje demasiado y tengan los problemas que se derivan de ello como la deshidratación, los calambres musculares y hasta problemas cardíacos.

Algunas de las pautas que pueden realizarse para gestionar este síndrome son las mismas que se usan para tratar el estrés. La primera es tratar de controlar el pensamiento o el uso de técnicas de relajación. Si esto no funciona también es aconsejable acudir acompañado a la consulta médica. Una especie de protección que puede impedir que aparezcan demasiados pensamientos.

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