La búsqueda del santo grial que ataje la pandemia es el caballo de batalla diario de los científicos de todo el mundo. El abanico de posibilidades, necesariamente, tiene que abrirse. Centrarse únicamente en dar con una vacuna sería un error tremebundo. Ésta podría tardar en llegar, o no ser todo lo eficaz y segura que se espera. Uno de los caminos que están siendo explorados es de los fármacos que, al menos, consigan mitigar los efectos devastadores del virus. En uno de estos senderos, hasta ahora poco escrutados, ha aparecido un compuesto natural que podría frenar el coronavirus.
Los investigadores de la Universidad de Zaragoza (Unizar) han sido quienes han hecho este descubrimiento. Se trata de la quercetina, compuesto natural con el que se podría desarrollar un posible medicamento contra la Covid-19. El objetivo del estudio era el de buscar candidatos a fármacos que inhiban la actividad de dos proteínas virales (la 3CLpro y PLpro) claves para el SARS-CoV-2. Frenándolas se evitará su multiplicación y, como consecuencia, se eliminará la infección causada por el coronavirus. Falta demostrar su eficacia en seres vivos.
La quercetina
Un compuesto natural podría frenar el coronavirus, y éste es la quercetina. Estamos hablando de un flavonoide que se encuentra en algunas plantas como las cebollas, manzanas o uvas. Además, es el más abundante y habitual en la dieta de las personas. Entre sus muchas propiedades está la de ser antioxidante. Esto permite proteger el cuerpo humano frente a las moléculas que incrementan los riesgos de padecer enfermedades y acelerar el envejecimiento.
Hay que aclarar que comer las frutas o verduras que contienen este compuesto, en ningún caso va a frenar el coronavirus. Ahora bien, si podrá hacerlo después de que se haya tratado químicamente para esta finalidad. La quercetina aparece de forma natural en numerosos alimentos. El vino tinto, las cebollas, el té verde, las manzanas, las bayas, el repollo, brócoli, coliflor, los nabos, las uvas y los tomates son algunos ejemplos.
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