Cualquier adicción es muy peligrosa y suele terminar afectando también a la familia de quien la padece. Y más si hablamos de una que cada que está más extendida entre los jóvenes, incluso sin llegar a la mayoría de edad. ¿Qué es la ludopatía? Una patología que consiste en la alteración progresiva del comportamiento por la que el individuo tiene, cada vez más, la necesidad incontrolable de jugar, incluso a sabiendas de que habrá consecuencias negativas. Esta afección se produce en los juegos que tienen capacidad adictiva, que son aquellos en los que transcurre poco tiempo entre la apuesta y el premio conseguido.
El juego asociado a la ludopatía es el que tiene lugar en los bingos, los casinos y, cada vez más, en los juegos online. La persona ludópata es como si fuera un drogodependiente, pero en este caso necesita el juego y hace lo que sea por jugar. Esto es, lo convierte en una necesidad de primera magnitud. El juego se convierte en patológico cuando se dejan de lado otros objetivos o necesidades para satisfacer esta ansiedad.
Pese a que no hay ninguna sustancia de por medio, la ludopatía tiene muchos rasgos en común con las drogas. Quienes la sufren repiten con insistencia una conducta o acción que les resulta placentera. Otro aspecto idéntico es la pérdida de control de la persona derivada del fallo de los mecanismos cerebrales de inhibición de la conducta. Es más, también aparece el síndrome de abstinencia si se interrumpe este hábito.
Causas de la ludopatía
¿Qué es la ludopatía? ¿Cuáles son sus causas? Esta patología no está relacionada con una causa concreta sino más bien con un conjunto de factores. Como toda afección, hay situaciones que favorecen más que aparezca. Parece que la dotación genética influye en la ludopatía ya que los hijos de padres jugadores tienen más opciones de padecerla. Los problemas psicológicos y sociales afectan, y mucho. Si una persona está pasando por momentos de inestabilidad en alguno de estos ámbitos son un grupo de riesgo importante para desarrollar esta, así está reconocida, enfermedad. El juego se convierte en una vía de escape.
La forma de estos juegos, las tragaperras, el bingo o los casinos, tienen un importante componente adictivo. Tanto que los principales síntomas de este problema son los cambios que éste produce en los jugadores. Entre estas señales está el abandono de la vida laboral y social; la aparición de problemas económicos; cambios constantes en la personalidad con irritabilidad e incluso agresividad; y trastornos de ansiedad o depresión.
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