Parecen de dibujos animados, pero son muy reales. 1 de cada 42.000 personas padece el síndrome de Waardenburg y uno de los síntomas hace que algunos afectados tengan los ojos de color azul eléctrico. Toda una mutación estéticamente espectacular.
La pérdida de audición, una deficiencia de la pigmentación, problemas de visión, estreñimiento, un mechón de pelo blanco o algunas anomalías faciales son varios de los síntomas del síndrome de Waardenburg. Esas, y la posibilidad de que uno o los dos ojos sean de un color azul eléctrico, que es lo más llamativo. La principal causa es una afectación que se valora es la de la cresta neural.
La herencia de este síndrome es de tipo autosómico dominante. Esto significa que, quien porte este gen, lo transmitirá a la descendencia con una probabilidad del 50%. Tenga o no sintomatología evidente. Además, todas las razas se ven igualmente afectadas por esta extraña enfermedad.
Es evidente que los efectos que producen en los ojos son menos llamativos en países donde la probabilidad de ojos azules es mayor, pero ¿y si se da en poblaciones de piel oscura? [¿A qué se debe el color de los ojos?]
Una tribu con síndrome de Waardenburg
La genética es caprichosa y podría darse el caso de introducir varias personas de una misma entorno con un gen hereditario determinado. Esto es lo que ha ocurrido en la isla Buton (Indonesia), un territorio de menos de 4.500 kilómetros y medio millón de habitantes. Ahora que sabes qué es el Síndrome de Waardenburg, imagina el impacto desproporcionado en una población tan pequeña en la que hay un gran nivel de consanguinidad. Muchos son los ciudadanos que muestran estos ojos fantásticos dignos de fotografiar, como así hizo Korchnoi Pasaribu. No os perdáis las fotos que ha colgado en su Instagram.
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