Los problemas en el trabajo o la falta de adaptación al mismo pueden tener graves consecuencias para la salud, tanto a nivel físico como psicológico. ¿Qué es el Síndrome de Burnout? Es un trastorno emocional de reciente descubrimiento que está vinculado con el ámbito laboral, el estrés causado por el trabajo y el estilo de vida del empleado. También se denomina síndrome del trabajador quemado o síndrome de quemarse en el trabajo. Las consecuencias más comunes son la depresión y la ansiedad, los motivos de la gran mayoría de las bajas laborales.
Este trastorno suele aparecer, en casi todos los casos, en las personas que han elegido su oficio de manera vocacional. Por esto es muy frecuente en la enfermería, la medicina y el profesorado. Con menos frecuencia aparece en trabajos que se desempeñan de forma obligatoria. Al principio, las manifestaciones de este síndrome sólo afectan a la vida laboral, pero en la mayoría de las ocasiones termina alcanzando también el ámbito social y familiar del trabajador afectado.
Las causas del Síndrome de Burnout
Aunque pueden ser varias, el principal detonante del Síndrome de Burnout es el entorno laboral y las condiciones de trabajo. El empleado que está expuesto de constantemente a altos niveles de estrés, tiene una carga de trabajo excesiva, poca autonomía o malas relaciones laborales, entre otras, puede llegar a padecer esta afección de forma crónica. Este es el motivo por el que el vínculo entre el estrés y el burnout es muy fuerte. Los condicionantes suelen ser exigencias excesivas que derivan en tensiones. Sin embargo, existen algunos factores de riesgo como el exceso de burocratización sin apoyo o la falta de tiempo para organizar las tareas. En ambos casos suelen provocar que el empleado se lleve el trabajo a casa y eso derive en este síndrome.
¿Qué es el Síndrome de Burnout? ¿Cómo se origina? Todos los trabajadores tienen unas expectativas en su trabajo que, en muchas ocasiones, no se ajustan a la realidad cotidiana. Esto provoca que la adaptación a esa realidad se produzca de forma más lenta. Si las citadas esperanzas son altas y no se cumplen, el empleado puede desarrollar síntomas como ansiedad, apatía o tristeza.
Cualquier persona puede sufrir este trastorno, aunque las que son conformistas, inseguras y dependientes tienen más posibilidades. Los principales síntomas de este síndrome son el agotamiento, la baja autoestima, un estado permanente de nerviosismo, dificultad para concentrarse, comportamientos agresivos, dolor de cabeza, irritabilidad o insomnio, entre otros.
