Los gobiernos del mundo se esfuerzan en frenar la propagación del virus, el factor clave de esta pandemia. Neutralizar a los supercontagiadores es un elemento indispensable, pero también localizar a aquellas personas que, pese a sufrir síntomas mínimos, pueden transmitir el patógeno. Y es más importante aún poder acometer este objetivo en el periodo en el que son más contagiosos. El último estudio que ha salido a la luz acota enormemente este último aspecto. El coronavirus contagia nueve días tras los síntomas, pasado ese periodo no puede causar infección.
El material genético del SARS-CoV-2 todavía podrá detectarse en muestras respiratorias o de heces durante varias semanas. Sin embargo, un examen muy profundo del mismo no ha encontrado ningún virus vivo con capacidad de infectar en ninguna muestra que sea posterior a los nueve días tras la aparición de los síntomas. El estudio, publicado en ‘The Lancet Microbe’, determina que las personas contagiadas tienen muchas más probabilidades de ser altamente infecciosas desde que aparecen los síntomas y durante los cinco días siguientes. Un dato que alimenta la importancia del aislamiento en cuanto se notan las primeras señales. Y también da un espaldarazo a los países que han establecido los 10 días como cuarentena después de un posible contacto.
Factores clave
Este estudio ha examinado los factores clave que hacen que un paciente sea más infeccioso. El primero es la carga viral, para lo que observaron cómo cambia la cantidad de virus en el cuerpo durante la infección. También es importante el desprendimiento de ARN viral. Esto es el tiempo durante el que una persona desprende material genético del virus, que no quiere decir necesariamente que ese individuo sea infeccioso. Finalmente se comprobó el aislamiento del virus vivo.
Precisamente en este último indicativo se hizo mayor hincapié. Hasta once estudios intentaron aislar el virus vivo, de los que sólo ocho lo lograron. Eso sí, ninguno lo hizo durante semana y media, confirmando que el coronavirus contagia nueve días tras los síntomas. Un dato más que añadir a esta guerra sanitaria mientras se espera con ansia la llegada de la vacuna.
