El cáncer es una de las enfermedades más mortales para el hombre. En muchas ocasiones, los tratamientos son dolorosos. Las personas mayores tienen la capacidad de soportarlo, pero con los niños es otra cosa. El dolor llega a ser insoportable. Un reciente estudio ha dado con una solución, cuanto menos, sorprendente. Videojuegos contra el cáncer. Esta diversión podría incluirse como si fueran una especie de analgésicos para los más pequeños.
El estudio, promovido por la Fundación Juegaterapia y recogido por ‘El País’, ha revelado conclusiones increíbles. El uso de los videojuegos supuso una disminución del 20% de la administración de morfina a estos pequeños pacientes. Y no sólo eso. Logró aumentar hasta un 14% el tono parasimpático, que en gran medida es el responsable de la recuperación del organismo.
La terapia se realizó con juegos muy sencillos. Esto es, sin ninguna violencia. Los más clásicos los de deportes, como los de fútbol y coches, o aquellos de príncipes y princesas donde los monstruos escupen chicle. El objetivo era que los más pequeños se implicaran jugando dos o tres horas al día como mucho. Lo mejor es que no sólo se olvidaban del dolor durante este periodo, los beneficios se mantenían durante horas e incluso en ocasiones hasta el día siguiente.
El mejor analgésico
Los videojuegos contra el cáncer han resultado ser un gran analgésico para tratar esta enfermedad. Al jugar, los niños no sólo tienen una mayor sensación de bienestar, también se encuentran mucho más tranquilos. Esto es importante no sólo para el menor, su familia también recibe la calma necesaria para seguir peleando junto al pequeño. Esta lucha es de todos. Por si fuera poco, al jugar aumentan las opciones de que el niño se comunique. Algo que igualmente es muy beneficioso.
Estos juegos, en su justa medida, son buenos. Ya vimos en un estudio anterior que aquellos basados en situaciones de acción llegan a producir mejoras cognitivas en los más pequeños de la casa.