La tensión arterial alta suele asociarse a las personas mayores. Por desgracia esto está cambiando. Cada vez hay personas más jóvenes que padecen esta enfermedad silenciosa. Tanto que la hipertensión afecta a los niños. Los expertos ya han alertado de que esta patología es cada vez más frecuente debido al aumento de la obesidad entre los más pequeños de la casa. El exceso de sedentarismo y unos hábitos alimentarios poco saludables son las principales causas de esta problemática.
Esta elevada tensión arterial en los menores de seis años suele deberse, en la mayoría de las ocasiones, a otras enfermedades como anomalías cardíacas o patologías renales. Los niños algo más mayores son los que pueden presentar esta patología por los motivos ya señalados, que son los mismos que en los adultos. Un simple cambio en los hábitos alimentarios o hacer ejercicio pueden disminuir la tensión. Sin embargo, habrá casos donde los pequeños necesiten de medicación para lograrlo.
Como así se le conoce, esta es una enfermedad silenciosa. Es por esto que no suele crear síntomas, y menos entre los más pequeños. Los padres deben estar atentos a dolores de cabeza demasiado habituales, convulsiones, vómitos o dolor en el pecho. También pueden ser indicativos las dificultades para respirar o los latidos cardíacos acelerados.
El sobrepeso
La hipertensión afecta a los niños, en especial a aquellos que padecen sobrepeso. Un estudio de la Universidad de Valencia revela que los valores de la presión arterial aumentan en función del índice de masa corporal (IMC) y de grasa. Esto les sucede a cerca del 30% de niños con obesidad. Las señales de la hipertensión empezarán a manifestarse a partir de los seis años de edad, siempre que no se corrijan antes.
¿Puede corregirse? Obviamente sí, y más en los niños. Los padres deben lograr que los pequeños sigan dietas saludables y, sobre todo, muy variadas. Hay que evitar los excesos de sal, las grasas y los azúcares. Además, hay que empujarlo a hacer algo de ejercicio en el caso de que sea muy sedentario.
