La espalda es una de las partes el cuerpo que más hay que cuidar. En ella está la columna vertebral, básica en nuestro esqueleto. ¿Qué es la lumbalgia? Es el dolor localizado en la parte inferior de la espalda que tiene su origen en la estructura de la citada columna vertebral. La patología puede afectar a cualquier persona ya sea joven, adulta o mayor. Suele aparecer tanto en los trabajos sedentarios como en aquellos que requieren de un gran esfuerzo. Cerca del 80% de la población pasará por una lumbalgia durante su vida. Incluso hasta el 70% de los jóvenes sufrirán este dolor antes de cumplir los 16 años.
Hay que tener en cuenta algunas diferencias a la hora de que aparezca la dolencia. Por ejemplo, las infecciones van a ser más frecuentes en mayores de 50 años. Los cuadros crónicos que pueden derivar en degenerativos son más habituales entre los 45 y los 65 años y, además, más comunes en las mujeres.
Una de las causas más habituales de esta patología es la hernia de disco en la zona lumbar. No obstante, los motivos más frecuentes son de origen mecánico. La alteración de la estática vertebral (escoliosis), las contracturas musculares, los problemas degenerativos del disco intervertebral o las fracturas por osteoporosis o traumatismos violentos son algunas de estas complicaciones. Otras explicaciones a la aparición de este dolor, aunque mucho menos habituales, son las enfermedades inflamatorias de las estructuras de la columna (la espondilitis anquilosante), las infecciones o los tumores.
Síntomas de la lumbalgia
¿Qué es la lumbalgia? ¿Cuáles son sus síntomas? Los más comunes son el dolor local o irradiado, la inflamación y la presencia de contracturas musculares. Hay que tener en cuenta que, según el grado de afectación, pueden producirse alteraciones de la sensibilidad como la anestesia, hiperestesia o el hormigueo, entre otros. También pueden darse alteraciones del movimiento como, por ejemplo, la parálisis.
La mejor de las prevenciones es evitar la vida sedentaria y la realización de ejercicio. Eso sí, si se hacen esfuerzos físicos hay que tener en cuenta la posición en la que se ejercita la espalda. Es una zona muy sensible y cualquier movimiento brusco o sobreesfuerzo podría derivar en justo aquello que queremos evitar.
Visite nuestra sección de Enfermedades
