Si su hijo o hija está más irritable de lo habitual o baja su rendimiento en clase puede ser por varios motivos. Uno de ellos es que esté siendo acosado. ¿Qué es el bullying? Es la exposición que sufre un niño a daños físicos o psicológicos de forma intencionada y reiterada por parte de otro, o de un grupo, cuando acude al colegio. El acosador aprovecha un desequilibrio de poder que existe entre él y su víctima para conseguir un beneficio. El acosado se siente indefenso y puede desarrollar una serie de problemas psicológicos que, en situaciones extremas, pueden propiciar que quieran suicidarse.
El bullying puede darse en cualquier parte. En el recreo, en la fila para entrar a clase, en los baños, en los pasillos, en el transporte escolar, en el comedor e incluso en la propia aula cuando el profesor escribe en la pizarra o atiende a otros alumnos. Aunque hay muchas causas que originan este problema suele existir un denominador común. El acosador escolar no tiene empatía y es incapaz de poner en el lugar del acosado. Esta conducta por parte del agresor puede deberse a la ausencia de un padre o, en su defecto, a que éste sea violento.
Hay ciertas señales que pueden indicar que el menor está siendo acosado. Los problemas de memoria, el descenso del rendimiento escolar, depresión, ansiedad, irritabilidad, falta de apetito, dolor de cabeza, malestar general, pesadillas o insomnio son algunas de ellas. Hay muchas más. Por ejemplo no querer ir al colegio o juntarse con otros niños, conductas de huida, llanto incontrolado, nerviosismo, palpitaciones y, la peor de todas, amenaza e intento de suicidio.
Tipos de bullying
Hay varios tipos de acoso. El primero es el físico, donde el agresor golpea, empuja o usa algún instrumento para hacer daño a la víctima. El segundo es el verbal y consiste en insultar, poner motes, amenazar o provocar a otro niño. El tercero es el social. En este caso el acosador aísla a la víctima, difunde rumores, convence a otros niños para que no le hablen o lo humillan en público para provocar este sentimiento de soledad. El cuarto tipo de bullying es el sexual y, obviamente, incluye todas las acciones que tengan que ver con actos sexuales (tocamientos no consentidos por ejemplo) o con la burla hacia la orientación sexual de la víctima.
El último es el más reciente y, por su dimensión, puede que incluso más peligroso. Es el acoso por internet. Se desarrolla a través de móviles, ordenadores o tabletas y consiste en el envío de mensajes de texto o mails desagradables, en difundir rumores a través de las redes sociales, la difusión de imágenes y vídeos denigrantes o la creación de perfiles falsos que dañen a la víctima. Esta forma de acoso está aumentando en los últimos años y, en la mayoría de las ocasiones, los que lo sufren también son acosados en persona. Además, y debido a internet, este se puede producir los siete días de la semana y las 24 horas del día, y llegar a muchas más personas.
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