Estamos en un momento donde cuidarse es la mejor elección. Saturados por la pandemia y agobiados por el trabajo, todos buscan una salida en la mejor alimentación y en el deporte. Lograr nuestros objetivos requiere sacrificios, pero no necesariamente hay que pasarlo mal. Los remedios milagrosos no existen, los naturales sí. Aquí es donde aparece la magia del té verde. Y es que las infusiones son las mejores aliadas a la hora de bajar de peso y el té verde es el remedio natural por excelencia. Las culturas ancestrales ya lo bebían, y lo siguen haciendo.
Estamos, posiblemente, ante la infusión perfecta. Sobre todo para aquellos que buscan adelgazar y, por qué no, mantenerse jóvenes gracias a sus múltiples propiedades. Es un gran estimulante del metabolismo, una circunstancia que ayuda a perder calorías y, de paso, mantener el sistema circulatorio activo. También hay que tener en cuenta que es un excelente aliado para mantener los huesos en buen estado, previniendo la aparición de osteoporosis y la artritis.
Una mezcla ideal para lograr los objetivos es mezclar el té verde con jengibre y limón. Así, a las propiedades del primero le sumamos los beneficios de la especia, que pasa por ser también un excelente estimulador del sistema circulatorio. Después se incluye en el combinado del perfume del cítrico, lo que convierte esta infusión en casi milagrosa. La mejor compañera de viaje para quienes quieren bajar de peso sin sufrir, aunque se recuerda que el sacrificio es necesario. Nadie adelgaza por amor al arte.
La receta es sencilla
Para comprobar de primera mano la magia del té verde hay que llevar a cabo una receta muy simple, hasta para el más torpe. Los ingredientes están bastante claros. Se necesita una cucharada de té verde (o en su defecto el sobre que la incluye), una rodaja de limón, otra de jengibre y, por último, una taza de agua caliente.
La preparación es también fácil. Hay que calentar agua, sin que llegue a hervir, y agregarla sobre el té verde y las rodajas de limón y jengibre. A continuación hay que dejarlo reposar durante al menos un cuarto de hora y, después, colarlo. Ya está listo para servir. La magia del té verde al alcance de tu mano.
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