¿Has notado mayor cansancio, fatiga o falta de vitalidad últimamente incluso prácticamente sin salir de casa? ¿Quizá alteraciones de sueño? Si es así, no te preocupes. Esto está relacionado con la primavera, ese periodo de tiempo que empezó el 20 de marzo de 2020 y terminará el 20 de junio. Concretamente debemos responder a una pregunta: ¿Qué es la astenia primaveral?
La astenia primaveral puede tratarse como un trastorno adaptativo que afecta a más de la mitad de la población. A unos más que a otros, está claro. Los motivos son, sobre todo, las subidas de temperaturas y presión atmosférica, así como el cambio de horario y mayor tiempo de luz diurna. Todo ello modifica nuestra rutina habitual e inducen a nuestro organismo a la secreción de hormonas como endorfinas, melatonina o cortisol. Todo ello pasa en pocas semanas. Eso sí, hay una serie de trucos para afrontarla con efectividad y pasa por mantener las rutinas de sueño; también puedes apostar más por alimentos más frescos, sobre todo por las frutas y verduras, así como hidratarse más; también te puedes adelantar al cambio horario, modificando poco a poco tus horas de rutinas a la hora de comer la semana previa. Para todo esto, también te puede ayudar hacer ejercicio.
Síntomas de la astenia primaveral:
Cansancio y somnolencia durante el día.
Falta de energía.
Alteraciones del sueño, especialmente dificultad para conciliarlo.
Irritabilidad.
Ansiedad.
Pérdida del apetito.
Cefaleas.
Disminución de la libido.
Problemas de concentración.
Falta de motivación.
La primavera la sangre altera
Existe un popular refrán que dice “la primavera la sangre altera”. Y sí, esta frase hecha tiene base científica. Precisamente en la época primaveral aumenta la luminosidad y la temperatura, se producen cambios en la presión atmosférica, floración y polinización. Todo ello se traduce en desajustes de algunos neurotransmisores y hormonas.
