Los hombres más altos pueden tener un menor riesgo de demencia en la vejez, según sugiere un estudio publicado en la revista bioRxiv. Encontrar formas de identificar a las personas en riesgo de demencia es esencial, sobre todo de cara a planificar el futuro ante esta enfermedad.
Estudios anteriores han sugerido que la altura puede ser un factor de riesgo para la demencia, pero gran parte de esta investigación no pudo tener en cuenta factores genéticos, ambientales u otros factores de la vida temprana que pueden estar relacionados tanto con la altura como con la demencia.
«Queríamos ver si la altura del cuerpo en los hombres jóvenes está asociada con el diagnóstico de demencia. Mientras, exploramos si la inteligencia, el nivel educativo y los factores ambientales y genéticos subyacentes compartidos por los hermanos explican la relación», explica la autora principal, Terese Sara Hoj Jorgensen.
Para hacer esto, Jorgensen y sus colegas analizaron datos de 666.333 hombres daneses nacidos entre 1939 y 1959, incluidos 70.608 hermanos y 7.388 gemelos, de registros nacionales daneses. Encontraron un total de 10.599 hombres que desarrollaron demencia más tarde en la vida.
Relación entre altura y demencia
Su análisis ajustado de este grupo mostró que hubo una reducción de aproximadamente el 10% en el riesgo de desarrollar demencia por cada 6 centímetros de altura en individuos por encima de la altura promedio. Cuando el equipo tuvo en cuenta el papel potencial de la inteligencia o la educación, la relación no ajustada entre la altura y el riesgo de demencia se redujo solo ligeramente.
Descubrieron que la relación entre la altura y la demencia también existía cuando miraban a hermanos con diferentes alturas. Así pues, la genética y las características familiares por sí solas no explican por qué los hombres más bajos tenían un mayor riesgo de demencia.
«Una fortaleza clave de nuestro estudio es que ajustó el papel potencial de educación e inteligencia en el riesgo de demencia de los jóvenes. Estos pueden acumular reservas cognitivas y hacer que este grupo sea menos vulnerable a desarrollar demencia», explica la autora principal Merete Osler.
«Juntos, nuestros resultados apuntan a una asociación entre la altura en hombres jóvenes y un menor riesgo de diagnóstico de demencia más adelante. Y ello persiste incluso cuando se ajusta por nivel educativo y de inteligencia. Nuestro análisis de los datos relativos a los hermanos confirma estos hallazgos. Y sugiere que la asociación puede tener raíces comunes en exposiciones ambientales en la vida temprana que no están relacionadas con factores familiares”.
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia. Se trata de un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad llevar a cabo su vida diaria, así como a la memoria. Estudios recientes han demostrado que las mujeres son más propensas a sufrir esta enfermedad, así como que el cromosoma Y de los hombres está relacionado con ello.