Muchas mujeres tardan tiempo en darse cuenta de que están encinta a pesar de que sus cuerpos ya muestran síntomas del embarazo en el primer mes. Pero ojo, también es cierto que en ocasiones pueden darse retrasos en la menstruación que pueden llevarnos a engaño.
Como es normal, el primer trimestre de embarazo es en el que más cambios se producen en el cuerpo de la madre. Además, si se trata de una mujer primeriza, estos cambios se notarán mucho más por puro desconocimiento previo. Todo es extraño, pero no hay que alarmarse.
El primer mes de embarazo suele incluso pasar desapercibido para muchas madres, ya sea porque prácticamente no nota los cambios o porque directamente no son externos. Aunque en este artículo te enumeramos los cambios que producen en la madre gestante y en el bebé que viene en camino semana a semana, ahora vamos a profundizar más en los síntomas del embarazo en el primer mes.
Una de las primeras señales suele ser la ausencia del período. Como es normal, es de los primero que nos puede indicar que estamos embarazadas, pero en muchas ocasiones se trata de una falsa alarma. Puede tratarse de un simple retraso o de uno de larga duración que en ocasiones se debe a una enfermedad o trastorno mental debido a un susto o estrés. Un test de embarazo te aclarará las dudas.
Náuseas y vómitos. Es evidente que cuando algo comienza a crecer en nuestro interior, nuestro cuerpo debe adaptarse. Los cambios hormonales comienzan a hacer sus efectos y algunas mujeres lo padecen en formas de náuseas o acidez desde el principio. El tamaño del futuro bebé es prácticamente nulo, ya que hasta la sexta semana no alcanza el medio centímetro de altura, pero ya son algunos síntomas del embarazo en el primer mes que pueden alargarse algunas semanas.
Se puede padecer un dolor parecido al premenstrual, aunque evidentemente no se producirá la regla. También puedes padecer acné con el aumento de grasa.
Desarrollo del olfato y cambio en el apetito. Notarás una sensibilidad mayor a la hora de identificar los olores, lo cual puede ocasionarte cierto rechazo. A su vez, algunos sabores pueden pasar a desagradarte de manera repentina. Algunas mujeres pierden el apetito de manera repentina… o se produce el efecto contrario, que es lo más normal.
Notarás una mayor sensibilidad en los pechos. Los cambios hormonales ya te preparan para una futura lactancia, se produzca o no. También aumentarán de tamaño.
