La labor de los rastreadores en esta nueva normalidad es fundamental. Detectar los contactos de los casos recientes para dar con posibles sospechosos y aislarlos es básico para contener el virus. La carencia de personas para realizar este trabajo está lastrando, y mucho. España pierde el rastro de la mitad de los nuevos contagios. Esto es, un 49,6% de los nuevos casos identificados desde el pasado 10 de mayo carecen de un contacto conocido que sufra la enfermedad. Vamos, que no se sabe cómo se contagiaron.
El dato, que recoge ‘El Mundo’, se debe en gran medida a los recientes brotes en Cataluña. Desde la citada fecha se han registrado en esta autonomía 8.160 casos sin contacto conocido. Esto significa casi un 75% del total de nuevas afecciones. Es la comunidad con mayor número de pacientes de lo que se ignoran contactos con Covid-19, y también la primera en porcentaje. Idéntico porcentaje tiene Melilla, pero se trata sólo de seis personas.
Estas cifras se recogen en el último informe ‘Situación de Covid-19 en España’ que elabora el Instituto de Salud Carlos III y la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. En total hay 12.715 personas en España a quienes se ha detectado la infección desde el citado 10 de mayo y de las que se desconoce el origen de su contagio.
201 brotes de coronavirus
España pierde el rastro de la mitad de los nuevos contagios. Una noticia a tener en cuenta ya que hay 201 brotes de coronavirus. Estos focos agrupan a 2.289 casos confirmados de Covid-19. Los contagios de las últimas 24 horas son 628, aunque la explosión de casos es general con más de 4.000 desde el pasado viernes. Preocupa la situación especial de Aragón y Cataluña, y del ocio nocturno en el resto de España.
La circunstancia que dificulta la localización de los contactos es, precisamente, que el origen de los brotes está en las discotecas. La portavoz de Sanidad, María José Sierra, ha asegurado que el problema “no es sólo el número de brotes, sino el número de casos que origina cada brote. En las discotecas se están viendo muchos casos que son difíciles de trazar”. Y eso es clave. “No nos preocupan igual los brotes en una familia que en estos entornos”, ha concluido.
