Las cerca de 50.000 víctimas mortales del coronavirus en España, 28.000 según el Gobierno, son gran parte del problema sanitario actual, pero no el único. Entre las muchísimas secuelas que la epidemia ha dejado en los contagiados, muchas serán físicas y de cierta gravedad. Aquí es donde entra el juego el Sintrom, al que el coronavirus dejará en el pasado.
Nos referimos a un medicamento que es un anticoagulante habitual. El Sintrom lo toman más de medio millón de personas en España y es un arma eficaz para tratar de prevenir ictus. Recordemos que el ictus se lleva unas 27.000 vidas al año en nuestro país y es la principal causa de muertes entre mujeres y la segunda entre hombres hasta el año pasado. En 2020 ya lo es el Covid-19 con mucha diferencia en ambos sexos.
Según datos de las sociedades científicas, en España hay casi un millón de pacientes que reciben tratamiento con anticoagulantes. De ellos, el 58% toma el Sintrom y el resto ACOD, mientras la media europea es que el 70% de enfermos tomen estos últimos fármacos, según datos de la consultora del sector IQVIA de febrero de 2019.
En los últimos tiempos han salido al mercado otros medicamentos, generalmente anticoagulantes orales, los cuales han ido comiendo terreno a este popular (y eficaz) producto. Ahora, con la crisis ocasionada por el coronavirus, muchas farmacéuticas han acelerado la investigación de alternativas mejoradas. Parece evidente que, visto lo visto en otros países europeos, el coronavirus dejará al Sintrom en el pasado.
