La pandemia del coronavirus y la crisis sanitaria que ha ocasionado siguen causando decesos aunque de manera indirecta. Los problemas generados han instalado el sistema de la dependencia en una situación muy adversa. Casi 25.000 dependientes mueren en las listas de espera este año. En concreto 17.139 a los que ya se les había reconocido el derecho a una prestación y no se les atendió, y otros 7.415 que había solicitado entrar en el sistema.
La denuncia la ha hecho la Asociación de Directoras y Gerentes de los Servicios Sociales, y lo recoge ‘La Vanguardia’. Su informe analiza los últimos datos del IMSERSO sobre el Sistema de la Dependencia hasta el 31 de mayo. El presidente de la entidad, José Manuel Ramírez, ha explicado que todos “los indicadores del sistema indican una caída estrepitosa”. Ante esta situación ha reclamado “medidas urgentes para no abandonar a las 404.159 personas dependientes que están a la espera de un procedimiento”. Con esto también se evitará, ha añadido, que “164 personas fallezcan cada día en el laberinto burocrático de la ley de dependencia”.
Los datos oficiales en este ámbito muestran que las tasas de variación acumulada en lo que va de año son negativas. Se han registrado casi 35.000 solicitudes menos y se han reducido en más de 25.000 las valoraciones. Además, hay casi 16.000 beneficiarios menos con derecho a prestación pendientes de recibirla y casi 12.000 beneficiarios menos.
Sólo crecen en dos autonomías
Casi 25.000 dependientes mueren en las listas de espera. De hecho, sólo en dos autonomías han crecido las solicitudes durante el estado de alarma, en la Comunitat Valenciana y Canarias. En el lado opuesto, donde hay un mayor descenso, están La Rioja, Castilla-La Mancha y Madrid. Por tipo de servicio en la atención residencial es donde más ha disminuido con 13.740 residentes menos que a principios de año.
En cuanto a los fallecidos, las 17.139 personas que han muerto pendientes de recibir la prestación son 3.243 que en el mismo periodo de 2019. Esto supone un incremento del 23,3%. La situación vuelve a poner en evidencia a España, cuyas cifras de decesos a causa del coronavirus han sido cuestionadas nacional e incluso internacionalmente.
