La administración de antivirales ya marcha viento en popa en numerosos países europeos. Debía ser algo positivo, pero ha generado una polémica. La Unión Europea (UE) está estudiando poner en marcha un pasaporte inmunitario, pero no todos los países miembros están de acuerdo. La iniciativa no termina de arrancar. Así va el pasaporte de vacunación para viajar sin restricciones, en plena negociación. Este documento se entregaría a las personas que ya se hayan vacunado contra el coronavirus. El objetivo, que puedan moverse sin restricciones.
La medida está generando polémica entre los 27. Los países que más dependen del turismo, como España, Grecia o Portugal, se han mostrado a favor. Otros como Francia y Rumanía entienden que es una medida discriminatoria cuando la campaña de vacunación no ha hecho más que empezar y, además, en la mayoría de los estados es voluntaria. Aluden también otras cuestiones como las dudas sobre la utilidad de las vacunas para evitar contagios, o las posibles implicaciones legales y de seguridad de estos certificados.
Algunos países ya han empezado a desarrollar su propio pasaporte. Dinamarca espera activar el suyo en los primeros meses de este año. Grecia fue la primera que se puso manos a la obra. Su propuesta no supone que haya que estar vacunado para viajar, sino que quienes lo están sepan que podrán hacerlo. Ambos proyectos tienen una enorme duda. Esta no es otra que conocer si la vacuna realmente impide la transmisión del virus o únicamente evita que la infección derive en una enfermedad grave. Otros países, como España, han optado por crear un registro de aquellas personas que han rehusado vacunarse.
Pasaporte de vacunación discriminatorio
Así va el pasaporte de vacunación para viajar sin restricciones, con unos a favor y otros países más reticentes. Francia es uno de ellos. Para el gobierno galo, abrir este debate ahora no tiene sentido porque otorga más derechos a unos ciudadanos. Otra cosa será, han especificado, cuando la campaña de vacunación haya llegado a buena parte de la población mundial. Y es que hay que tener en cuenta que con la creación de este certificado se manejarán muchos datos privados sobre la salud de las personas, y eso está protegido por ley.
Fuera del debate de la UE, la OMS se opone a la creación de este pasaporte. Según han manifestado, ahora mismo todavía existen demasiadas incógnitas sobre la eficacia de las vacunas a la hora de reducir el número de contagios. La resolución de esta duda se antoja clave para la evolución de la pandemia y para el desarrollo de este pasaporte de vacunación del coronavirus.
