Una patología más cercana a un trastorno que a una enfermedad. ¿Qué es la hipocondría? Su principal característica es la preocupación y el miedo, incluso la convicción, de tener una enfermedad grave después de interpretar sensaciones personales. Pese a acudir a un hospital y que, tras las pertinentes pruebas, le digan que no tiene nada, el paciente hipocondríaco volverá a tener la misma sensación.
Las entidades sanitarias internacionales consideran la hipocondría dentro de los trastornos neuróticos. Un perfil básico sería un paciente que, durante al menos seis meses, sufre una intensa preocupación por su salud. En su cabeza puede llegar a estar la certeza de que padece una enfermedad grave. Este miedo llega por interpretar de manera errónea los síntomas corporales que está sufriendo. Entre los más comunes suelen estar la respiración, los latidos cardíacos o la tos. Dentro de este modelo, es bastante habitual que los pacientes presenten rasgos de otras patologías psiquiátricas como la ansiedad, la depresión o el trastorno obsesivo compulsivo.
Los tratamientos no son fáciles. Primero debe hacerse la evaluación médica de los síntomas del paciente, con especial cuidado en las personas mayores puesto que puede sufrir los efectos secundarios de algún fármaco. Estas pruebas deben descartar el origen físico de las dolencias. Aquí viene la parte más complicada. Hay que hacer saber al paciente que se le comprende, que no se inventa sus síntomas y, lo más difícil, tratar de convencerle de que sus dolencias no vienen de problemas físicos. La ayuda de los familiares es crucial.
Internet no ayuda
¿Qué es la hipocondría? ¿Cómo se puede ayudar? El citado apoyo familiar es muy importante. Desde luego hay datos que no benefician. Las nuevas tecnologías pueden llegar a ser perjudiciales. Un estudio bastante reciente estima que cuatro de cada diez españoles consulta síntomas de enfermedades por Internet. Y lo que es peor, cerca de un 13% cree ciegamente en todo lo que lee. No quiere decir esto que lo que encontramos no sea veraz, pero consultar a un especialista es la mejor opción para esta enfermedad.
