Lo primero que hay que dejar claro es que la gripe española no fue realmente española. Se trata de una enfermedad que asoló a gran parte del planeta en la segunda década del siglo XX y se llevó la vida de unos 40-50 millones de personas.
Existen varias teorías que sitúan su origen en Francia en 1916, mientras que otros señalan a China o EEUU en los dos años posteriores. Sea como fuere, hablamos de tres continentes distintos. Todo ello, en medio de la Primera Guerra Mundial.
¿Y por qué se le conoce como la gripe española? Sencillo, dado el conflicto armado internacional, la prensa mundial se centraba sobre todo en eso y en hacer campañas favorables a sus intereses. ¿Cómo hubieran reaccionado miles de soldados agazapados en trincheras de enterarse de la tragedia en su país? Los avances de la enfermedad, sin embargo, sí cobraron portadas en España debido a que era un país neutral.
¿Qué fue la gripe española?
La enfermedad fue causada por un brote de influenza virus A. Lo curioso, es que afectaba sobre todo a adultos de 20 a 40 años, ya que no contaban con una inmunidad natural. Los síntomas son parecidos a los del coronavirus Covid-19, al mostrar fiebre, vómito, diarrea y en muchas ocasiones una neumonía bacteriana. En otros casos, aparecía un edema o hemorragia pulmonar aguda masiva que terminaba en deceso. Con simples antibióticos, quizá la mayoría hubieran podido salvarse.
Millones de muertos por gripe española
Las cifras de los muertos y las historias que conllevaba llenaban páginas de los periódicos. Por aquella época, la epidemia mató a unas 200.000 personas, infectando a cerca de 8 millones en un país de sólo 20 millones de habitantes como era España entonces. Literalmente, murieron uno de cada cien españoles por la gripe española. Se estima que en todo el planeta pudieron morir unos 40-50 millones por culpa de la pandemia. Eso sí, dada la Gran Guerra y posterior hambruna, es complicado dar una cifra más aproximada.
Al igual que ha ocurrido 100 años después con el Covid-19, las mascarillas y la higiene de manos fueron las principales recomendaciones para la población. Se estima que, en verano de 1920, tal como llegó, la mal llamada gripe española, desapareció.
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