Las bajas temperaturas no sólo hace que se agraven algunas enfermedades, también está favoreciendo la propagación del Covid-19. La influencia parece más que evidente. Aquellas zonas donde el temporal Filomena pasó con más fuerza coinciden con las que sufren incidencias más altas del patógeno. Así pues, resulta claro que la ola de frío aumenta los casos de coronavirus.
Esta es la principal conclusión del estudio liderado por el matemático asturiano Juan Luis Fernández. Un trabajo que ha logrado determinar la influencia que el frío tiene en la propagación del Covid-19 en España. En el análisis se han relacionado los datos de la primera ola de coronavirus del pasado mes de marzo, con los obtenidos durante la segunda oleada. Para completar la documentación se han recogido las temperaturas máximas y mínimas que se han dado en cada una de las comunidades españolas en este mismo periodo de tiempo.
El autor del estudio, en una entrevista en la Cadena SER, ha explicado que durante el estudio han podido observar “una correlación muy clara del número de infectados diarios y totales con la temperatura”. Por este motivo, Fernández ha estimado que no es ninguna casualidad “que en las zonas más frías de España haya una influencia decisiva en la propagación del contagio”. Esto es, cuanto más bajas son las temperaturas, más alto es el número de infectados.
El ejemplo de Asturias
La ola de frío aumenta los casos de coronavirus, y un ejemplo es el de Asturias. El experto ha explicado que el clima es “muy matemático, no es aleatorio. Está muy influenciado por la distancia al mar y la orografía”. Fernández la compara con Barcelona que, pese a estar también cerca de la costa, al ser una ciudad muy grande los efectos de las bajas temperaturas son menores.
Y es que el frío nunca es bueno. No sólo agrava muchas enfermedades, desnudarse en la nieve como hacen numerosos personajes famosos tiene muchos riesgos para la salud.
