El mal tiempo es uno de los mejores aliados de muchas patologías. Muchas enfermedades están directamente relacionadas con el frío, como pueden ser los resfriados o la gripe. Y más recientemente el coronavirus, que también se beneficia de las bajas temperaturas. La anunciada llegada del frío polar, incluso con nieve en lugares donde no es nada habitual, parece que va a azuzar el fuego del virus causante de la pandemia. Pero más allá de todo esto existen enfermedades que se agravan con el frío y que nada tienen que ver con un simple catarro.
Son varias las patologías que, en mayor o menor medida, empeoran con las bajas temperaturas. Algunas de ellas ni siquiera se relacionarían con el frío. La primera es la hipertensión arterial. En situaciones donde el ambiente está congelado, el organismo se ve obligado, para mantener la temperatura corporal, a estrechar los vasos sanguíneos (vasoconstricción). Esto aumenta la presión arterial. La segunda es la diabetes. Los meses más fríos hacen aflorar infecciones respiratorias. Esto aumenta las necesidades de los diabéticos ya que se produce un cambio metabólico que incrementa los niveles de glucosa.
La tercera es la rinitis. El frío produce una hipersensibilidad de los vasos sanguíneos, lo que facilita la producción exagerada de mucosidad nasal. Otra patología que empeora es el hipotiroidismo. La tiroides es la reguladora de todas las funciones metabólicas del cuerpo. La cantidad de cambios que se producen pueden aumentar la sensibilidad al frío. La urticaria también se ve afectada por las bajas temperaturas. Sus características ronchas rojizas aparecen en las zonas más expuestas al frío.
Otitis y reumatismo
Hay otras dos enfermedades que se agravan con el frío. Las bajas temperaturas en sí no producen la otitis, pero sí facilitan infecciones en el oído causadas por virus y bacterias. Suele afectar más a los niños. Una última, y evidente, es el reumatismo. El origen de estas patologías no es el frío, pero la bajada de las temperaturas si agrava las molestias y los dolores articulares. Es una simple reacción del cuerpo. Ante el frío los músculos se contraen para defenderse, lo que incrementa los dolores reumáticos de muchas enfermedades.
