Uno de los presentadores más queridos de la televisión española, anunció recientemente que había superado un problema de salud. Se trata de Jorge Fernández y los daños causados por la enfermedad del mercurio le cambiaron radicalmente su aspecto físico. El clásico conductor de ‘La ruleta de la suerte’ compartió una foto del antes y después de la dolencia, con doce meses de diferencia entre una y otra instantánea.
El que fuera míster España quiso salir el pasado verano al paso de los rumores sobre su estado de salud y la delgadez que mostraba. Ahora, un año después, ha vuelto a compartir una imagen de su estado actual enfrentado al de entonces y un mensaje en el que explicó cuál era el problema que padeció. Con la acumulación de mercurio como enemigo, el vasco llegó a perder más de 10 kilos.
El mercurio es un producto que se encuentra en numerosos alimentos y que, tomado en cantidades notorias, puede provocar serios problemas de salud.
“Entre la foto de la izquierda y la de la derecha han pasado 12 meses exactamente. ¿Qué hay entre una foto y otra? ¿Qué he podido hacer para que, en un año, la diferencia sea considerable? Lo primero, ser consciente de mí situación, de mi problema, de mi debilidad. Eso me llevó a estudiar mucho sobre toda la sintomatología que hacía que estuviera débil. Cuanto más sabía, más me ayudó a centrar el tiro de qué necesitaba y de qué profesionales tenía que depender. No todos valen para ciertos momentos claves y críticos”. Este es el mensaje que compartió Jorge Fernández en relación a la enfermedad del mercurio que logró superar con éxito.
¿Qué es la enfermedad del mercurio?
Igual que Jorge Fernández, muchas son las personas que pueden padecer la enfermedad del mercurio. Y muchas personas no son conscientes hasta que no acuden a un especialista que da con la tecla.
Lo primero es ser consciente de que el mercurio está presente tanto en nuestro organismo como en nuestro entorno. Aire, agua o en el propio suelo encontramos este elemento, pero también en pescados y mariscos contaminados. Ojo, que además no hacen falta grandes cantidades para dejarnos muy tocados. Puede ser tóxico para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel y los pulmones riñones y ojos. Se pueden observar trastornos neurológicos y del comportamiento, con síntomas como temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefalea o disfunciones cognitivas y motoras.
Situación muy peligrosa en embarazadas, pero sobre todo para los bebés que llevan en su interior. La exposición intrauterina a metilmercurio por consumo materno de pescado o marisco puede dañar el cerebro y el sistema nervioso en pleno crecimiento del bebé. En este sentido, es importante ser consciente de que el cocinar los alimentos no elimina el mercurio que puede contener, por lo que es necesario ser conocedor del origen del producto.
