Desde que empezó la pandemia por el coronavirus, en diciembre de 2019, han ido identificándose poco a poco los síntomas de la enfermedad. Una sintomatología que varía en función de los grupos de personas y de la edad. Un nuevo estudio en China dice ahora que fiebre y diarrea son los primeros síntomas en los niños, dejando de lado la más habitual tos seca.
El trabajo ha sido publicado en la revista ‘Frontiers in Pediatrics’ y lo recoge ‘ABC’. El estudio afirma que los síntomas gastrointestinales pueden manifestar la infección del coronavirus a través del sistema digestivo en los más pequeños. La doctora Wenbin Li, del Departamento de Pediatría del Hospital de Salud Maternoinfantil de Wuhan, lo explica. Según la pediatra la mayoría de los niños “se ven levemente afectados por Covid-19 y los pocos casos graves a menudo tienen problemas de salud subyacentes”.
Ante esta situación, añade, es muy factible pasar por alto que un niño esté infectado en una primera fase de la enfermedad. Li argumenta que en las zonas donde el Covid-19 es epidémico “se debe sospechar que los niños que sufren síntomas del tracto digestivo, especialmente con fiebre, están infectados con el virus”.
Niños de meses a seis años
El trabajo se basa en el estudio de menores de entre dos meses y 5,6 años de edad con síntomas no respiratorios. Todos fueron ingresados en el citado hospital infantil de Wuhan entre el 23 de enero y el 20 de febrero. Al final dieron positivo en el test del Covid-19. Los padres acudieron al centro sanitario buscando ayuda, pero ninguno de sus hijos presentaba la sintomatología habitual de este coronavirus.
Aunque todos tenía neumonía, unos añadían un cálculo renal y otros un trauma en la cabeza, explica Li. Tras las investigaciones, este estudio es el pionero que sitúa fiebre y diarrea como los primeros síntomas en los niños del Covid-19. De hecho, casi todos los casos tenían algún problema gastrointestinal antes de comprobar su resultado positivo en coronavirus. La doctora espera que estos se unan a los síntomas habituales y ayuden a aislar a los casos más leves para evitar la propagación del virus. Un aspecto clave en las desescaladas de los países, algunas ya con algún repunte de contagios.
