Las prisas no son buenas consejeras. Lo dice el refranero español y lo corroboran los repuntes de contagios en las diferentes desescaladas. Primero fue Alemania la que pisó el freno en su regreso a la normalidad. Ahora es Corea del Sur quien vuelve a cerrar los bares después de detectar un rebrote de infectados en el primer fin de semana con zonas de ocio abiertas.
Las autoridades de este país han ordenado nuevamente el cierre de 2.100 locales de ocio nocturno como discotecas, clubes y bares de Seúl después de darse un repunte de decenas de contagios, según recoge ‘La Vanguardia’. En concreto los casos se han producido en el barrio de Itaewon. El alcalde, Park Won Soon, no quiere tonterías. Se ha procedido a la “suspensión inmediata” e indefinida de la actividad y amenaza con “graves penalizaciones” si se incumple.
No es para menos. El alcalde se muestra temeroso. Cree que la despreocupación “puede provocar una explosión de contagios”. Algo de lo que, añade, se han dado cuenta “tras las infecciones en grupo de clubes de Itaewon”.Las autoridades han informado de 18 contagios, 17 de ellos relacionados con un individuo que visitó cinco locales el pasado fin de semana. Esos clubes albergaron a 1.500 personas de las que 1.300 no han podido ser localizadas.
Alemania pisa el freno
Corea del Sur vuelve a cerrar los bares tras un rebrote después de retomar la normalidad el pasado miércoles. No es el primer país que tiene que reducir la velocidad de su desescalada. A finales de abril fue Alemania quien tuvo que pisar el freno después de un repunte de contagios.
El director del Instituto de Virología Robert Koch, Lothar Wieler, tuvo que pedir a la ciudadanía que siguiera recluida en sus domicilios, según recoge ‘El Español’. La famosa tasa de reproducción RO, esto es, la cantidad de personas a las que un afectado puede transmitir el virus, se incrementó con las primeras medidas de alivio. En España parece seguir la situación controlada pero no cabe relajación posible.
