Con el paso de los años ha ido creciendo la importancia de la música en la sociedad. Por supuesto hay muy variada, tanto como los gustos de los oyentes. Las canciones inspiran tanto bien que incluso están utilizándose con fines terapéuticos. Sus beneficios eran tan importantes que se han realizado estudios sobre en qué pueden mejorar nuestra salud. Gracias a varios de ellos es posible afirmar que escuchar música clásica baja la tensión arterial. La música, especialmente la citada, tiene unos efectos muy positivos sobre la hipertensión.
Primero fue una investigación de la Sociedad Estadounidense de Hipertensión la que reveló algunos de los beneficios. El mejor es que escuchar cada día 30 minutos de música clásica, celta o india reduce la presión arterial alta. Posteriormente fue un trabajo de la Sao Paulo State University de Brasil la que llegó a otra conclusión. Cuando la persona se toma la medicación contra la hipertensión y, de forma inmediata, se pone a escuchar este tipo de música hay más beneficios. No solamente disminuye su presión arterial, su corazón también se desacelera.
Son especialmente recomendados los ritmos lentos. Los motivos los explica una investigación de la Universidad de Pavía. Estos ritmos regulan la función respiratoria, producen cambios en el sistema cardiovascular y favorecen la fluidez de la sangre. Es más, está demostrado que la música armónica puede mejorar la vasodilatación hasta en un 26%.
Música y enfermedades cardíacas
Escuchar música clásica baja la tensión arterial, lo que, a su vez, ayuda a evitar enfermedades cardíacas. Especialmente aquellas que están relacionadas con cambios inesperados del estado de ánimo. Para poder llegar a estas conclusiones son muchas las canciones que han sido sometidas a diferentes pruebas científicas, con resultados espectaculares por cierto. Dos de las más estudiadas son ‘Serenata nº 13 en Sol Mayor’ de Mozart o ‘Las cuatro estaciones’ de Vivaldi.
Basándose en ellas se han creado diferentes experiencias pensando en trabajar varios problemas conductuales y generar beneficios para aquellas personas que escuchan. Esta es una parte de la musicoterapia.
