Mente y cuerpo van de la mano. Un estudio del CIBEROBN ha logrado demostrar una nueva conexión entre la neuroplasticidad y el metabolismo. Se puede decir que las neuronas vigilan lo que comes porque existe una evidente importancia de los nutrientes en la cognición.
Junto a los mencionados investigadores, otros de la UIC Barcelona, la Autónoma de Barcelona y las universidades de California (EEUU) e Ibaraki (Japón), han hecho un descubrimiento. Se trata de señalar que la proteína CPT1C actúa como un sensor del estado energético de las neuronas. Digamos que modula los procesos de plasticidad sináptica, una de las claves para desarrollar la memoria y el aprendizaje. [¿El entrenamiento musical hace más inteligentes a los niños?]
La relación entre la comida y la inteligencia no es algo nuevo. Hasta ahora sabíamos que el estado energético condiciona nuestras habilidades cognitivas. Tener hambre o haber ingerido una comida demasiado rica en grasas, puede provocarnos un déficit de atención y menoscabar nuestra capacidad de aprendizaje.
Ahora también sabemos que la CPT1C ejerce este control de la transmisión sináptica a través de otra proteína llamada SAC1. Esta participa en otros procesos como el metabolismo del colesterol, la obesidad, el Alzheimer o el desarrollo de un cáncer. Conociendo estos nuevos datos, se pone una prometedora semilla en la lucha contra ese tipo de enfermedades. Las neuronas vigilan lo que comes, así que mejora tu dieta.
