Definitivamente el 2020 hay que olvidarlo. Un año que va a pasar a la historia por una pandemia, y que llega a su recta final con demasiados frentes abiertos. El primero, el coronavirus. La crisis sanitaria que ha provocado aún está más que presente. Con más de 55 millones de infectados y acercándose al millón y medio de muertos, los científicos del mundo siguen trabajando en busca de tratamientos eficaces y vacunas. No les da tiempo ni a respirar y ya aparecen nuevas amenazas. Bolivia sufre el nuevo virus mortal Chapare.
Un equipo de investigadores ha descubierto este patógeno letal (chapare mammarenaviruschapare mammarenavirus), que está propagándose entre personas de entornos sanitarios del citado país sudamericano. De momento se han detectado cinco casos cerca de La Paz, de los que tres han fallecido. Las autoridades sanitarias, en medio de la segunda oleada del Covid-19, se han visto obligadas a incrementar los controles para evitar brotes del nuevo virus.
Los expertos creen que el Chapare podría haber circulado antes por Bolivia sin que se haya detectado ya que, por error, podría haberse diagnosticado como dengue o ébola. En este caso el origen podría estar en un agricultor de 65 años que, en un alto porcentaje de opciones, contrajo el patógeno al entrar en contacto con orina o excrementos de rata. El siguiente infectado sería un médico, de 25 años, que cuidó al trabajador y enfermó nueve días después. Hay que sumar al conductor de la ambulancia, que desarrolló los síntomas algo más de dos semanas después. Luego se contagió el gastroenterólogo tras hacerle una endoscopia al médico. Sólo el conductor del vehículo sanitario sigue vivo, los otros tres han fallecido como consecuencia del virus.
Síntomas y transmisión del Chapare
Bolivia sufre el nuevo virus mortal Chapare que, como el ébola, causa fiebre hemorrágica, dolor de cabeza y abdominal y sarpullidos. Si se complica causa un fallo múltiple en varios órganos y una hemorragia mortal. En cuanto a la propagación, los científicos creen que las ratas podrían habérselo transmitido a los humanos.
Este patógeno se propaga al entrar en contacto con fluidos corporales (sangre, orina, saliva o semen) y suelen ser más fáciles de contener que los respiratorios. La única buena noticia es que, al menos de momento, parece descartado que el virus viaje a otros países ya que los roedores en los que se ha detectado el Chapare son de la zona de Bolivia.
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