El chupete. El ayudante perfecto de los padres. Hecho para calmar y tranquilizar, cumple perfectamente con su propósito. Es poco probable que cuando un bebé llora no termine con el chupete en la boca. Ahora bien, ¿es bueno usar el chupete?. Malo no es, prolongar su utilización en exceso sí. Puede suponer la aparición de enfermedades bucodentales, entre otros problemas.
Los bebés, sobre todo durante los primeros meses de vida tras el embarazo, tienen la enorme necesidad de succionar. Llevarse las cosas a la boca es la manera en la que los recién nacidos de aprender descubriendo lo que está a su alrededor.
Sin embargo, varios estudios médicos apuntan a que tanto los chupetes como los dedos, especialmente los pulgares, pueden hacer que los dientes no salgan como toca. Esto es lo que se llama una maloclusión dental. Esta se produce cuando las arcadas dentales de arriba y abajo no encajan correctamente al realizar la mordida.
Con cuidado
Usar el chupete ayuda a que los bebés concilien el sueño. Entonces, ¿es bueno usar el chupete?. Usarlo suele relacionarse con una mayor dificultad para llevar a cabo la lactancia materna. También con una mayor propensión a sufrir enfermedades como la otitis o a que se produzcan las citadas malformaciones bucales o favorecer la aparición de bacterias.
Pero no vamos a dejar de usarlo. Los estudios realizados también demuestran que usar el chupete es extremadamente útil para calmar al niño en situaciones de mucho estrés. Igualmente es beneficioso, y esto es muy importante, para ayudar a la lucha contra el síndrome de muerte súbita del lactante. Así pues, como en casi todo en esta vida, en el término medio está la virtud. Incluso en algo tan normal como usar un chupete.
