Los hidratos de carbono o carbohidratos son parte elemental de la nutrición. Se trata de macronutrientes de gran consumo que tienen como principal función aportar toda la energía necesaria al organismo de manera inmediata para la resolución de las tareas físicas diarias. Básicamente pueden considerarse como la gasolina para nuestro cuerpo hagamos deporte o no.
Los carbohidratos constituyen uno de los tres principales grupos químicos que forman la materia orgánica junto con las grasas y las proteínas. El sistema digestivo convierte estos hidratos de carbono en glucosa. Y es precisamente este azúcar que se genera de manera natural el que usa el cuerpo como energía para las células, tejidos u órganos. Eso sí, hay que tener presente que el sobrante se almacena en el hígado.
La división de los hidratos de carbono se hace entre simples o complejos, dependiendo de su estructura química.
Carbohidratos simples. Se incluye el azúcar que se encuentra naturalmente en productos como frutas, vegetales, leche y derivados de la leche. También incluyen azúcares añadidos durante el procesamiento y refinación de alimentos, pudiendo ser excesivo si se abusa de ello.
Carbohidratos complejos. Los encontramos en los panes y cereales integrales, legumbres y vegetales ricos en fécula. Suelen ser una fuente potente de fibra.
Hidratos de carbono en la dieta
Es habitual que, si buscamos perder kilos, una de las cosas que primero recortaremos es la ingesta de los carbohidratos. Pero ojo, que todo lo que se dice sobre los hidratos de carbono no es cierto. Si acudes a un nutricionista, éste te dirá que regules las cantidades de algunos de estos productos como la pasta, pero rara vez te dirá que la elimines por completo de tu dieta.
Como ya te hemos contado, algo de lo que nadie duda de ponerle la etiqueta de saludable son las verduras y las frutas. Y, efectivamente, están dentro del grupo de carbohidratos. Otro asunto es la carga glucémica y cómo puede afectar a las personas con diabetes (lea más sobre esta enfermedad, aquí).
La Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda que el porcentaje de hidratos de carbono en las dietas tanto de niños como de personas de tercera edad sea entre 50% y 55% del total consumido. En el caso de adultos y mujeres embarazadas, habría que subir esa cantidad entre un 5% más aproximadamente.
