Todavía no han terminado los últimos ensayos con la Sputnik V y Rusia ya anuncia que registrará su segunda vacuna en octubre. La previsión es hacerlo antes del día 15 de ese mes. El antiviral ha sido desarrollado por el Instituto Vector de Siberia, que completó la primera fase de la fase final del proyecto probando la vacuna en un centenar de voluntarios. El país que lidera Vladimir Putin sigue marcando el ritmo, aunque ha tenido que reconocer los efectos secundarios que produce su primer remedio.
El anuncio lo ha realizado el Rospotrebnadzor, entidad reguladora de la seguridad del consumo ruso, según recoge la agencia de noticias TASS. La nueva fórmula se denomina EpiVacCorona y había comenzado su segunda fase de pruebas en agosto con la previsión de acabarlas en un mes. Ahora mismo la iniciativa se encuentra en fase de registro antes de iniciar la última etapa de investigaciones clínicas. Los especialistas de Vector han explicado que la fórmula posee un bajo riesgo porque no contiene el virus vivo, sino que crea la inmunidad mediante el uso de péptidos sintetizados artificialmente.
Según el citado órgano regulador ruso, después de que se registre esta segunda vacuna se espera que se produzcan unos ensayos clínicos con hasta 5.000 voluntarios. Los participantes serán de distintos grupos de edad, incluidas las personas mayores de 60 años y aquellas que tienen enfermedades crónicas.
La Sputnik V avanza con dudas
Rusia registrará su segunda vacuna en octubre, después de haber patentado la primera el pasado mes de agosto. La Sputnik V avanza con las dudas que suponen el reconocimiento de los efectos secundarios que ha producido en un 14% de los participantes. Hay que recordar que la última fase de ensayos, que involucra al menos a 40.000 personas, está actualmente en curso.
El anuncio del segundo viral ruso se produce en medio de la carrera por dar con la salvación mundial. Estados Unidos, China y la propia Rusia aceleran sus proyectos mientras los expertos advierten que correr demasiado puede ser contraproducente y poner en riesgo a la población. Saltarse fases vitales no suele ser buen presagio.
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