La solución para frenar la terrorífica expansión del coronavirus pasa por hacer test masivos. Hay tres opciones, los PCR, los sanguíneos y los rápidos. Dado que el mercado de todos ellos está saturado de demanda hay que buscar otras alternativas. Aquí es donde entra la creación de quioscos y unidades móviles para hacer test.
La primera opción la ha puesto en marcha Israel. Un quiosco que permite hacer el test del coronavirus en plena calle, según recoge ‘El Ideal’. El avance es importante porque quien controla este habitáculo puede realizar la prueba a los viandantes sin necesidad de vestir un equipo de protección individual (EPI) para cada caso.
El paciente se acerca, pasa su tarjeta sanitaria por un lector y muestra su DNI. Con sus manos completamente protegidas, el técnico le toma muestras de saliva y de mucosa. Las mete en tubos y, después, en una bolsa con cierre hermético que deposita en un lugar del quiosco. Para finalizar el test se pulveriza las manos, cubiertas por guantes, y se echa alcohol desinfectante. Listo para la siguiente prueba.
La iniciativa la apoya el ministerio de Sanidad israelí. País que va a empezar su desescalada después de padecer unos 12.500 contagios y 140 muertos a causa del Covid-19.
Unidad móvil
En Estados Unidos, que pasa por ser el país con mayor número de contagios y de muertos por esta enfermedad, han empezado a usar también unidades móviles. Las pruebas se realizan a cualquier persona con síntomas de coronavirus. Los pacientes reciben los resultados a través de una aplicación y apenas 15 minutos después de hacerse el test.
De momento esta unidad está detenida en la Bahía de San Francisco. Las pruebas las realizan Carbon Health y Studio Dental. Los quioscos y unidades móviles se unen así a los tres tipos de test que ya existen para detectar el SARS-Cov-2 en el mundo.
