Seguro que han sido muchas veces las que has notado cómo se te subía el gemelo. Quizá estabas haciendo deporte, un gran esfuerzo puntual o simplemente durmiendo. No hay un momento concreto para padecer esta dolencia que tanto duelo. ¿Qué es y cómo puedo evitar la rampa? Te lo contamos.
Lo primero que debes saber es que una rampa o que ‘se te suba la bola’ es sinónimo de calambre. Es un dolor intenso que generalmente desaparece antes de los 10 segundos. Si se prolonga más, puede desencadenar en una contractura aguda. Es importante que nada más sufrirlo, estires la pierna todo lo que puedas y con la mano, ayudes a tirar hacia atrás el pie, desde los dedos. Ese estiramiento, que pueden ayudarte a hacerlo, hará que el gemelo o incluso los isquiotibiales o cuádriceps, vuelvan a su sitio. Y, sí, aunque parezca una locura, es posible que te ocurra primero en una pierna y acto seguido en la otra.
Los calambres afectan directamente a los músculos y generalmente son los mencionados en las piernas, aunque en algunos casos pueden darse en los pies, brazos, manos o abdomen. Si haces deporte habitualmente y estás sano, lo normal es que las rampas se produzcan por una disminución de sales minerales o electrolitos. La falta de hidratación y altas temperaturas son otro gran caldo de cultivo para sufrir una rampa, ya que los músculos necesitan de agua.
Los jóvenes empiezan a sufrir rampas en la época en la que pegan el estirón y la primera vez te puede dar un susto importante al no comprender lo que está haciendo tu cuerpo. Y no, no te ha mordido un perro ni te has clavado nada. El alcoholismo o padecer alteraciones tiroideas o renales, también pueden provocarlo.
Trucos para evitar una rampa
Nada te garantiza que no padezcas calambres, pero desde luego que puedes disminuir considerablemente las opciones de que te ocurra. Te damos seis simples (pero útiles) consejos:
- Realiza estiramientos antes y después de la práctica del deporte. Además de evitar calambres, también puedes prevenir algunas lesiones musculares.
- Bebe mucha agua. Antes, durante y después de hacer deporte o simplemente porque hace calor.
- Toma bebidas isotónicas, sobre todo si no padeces de hipertensión ni dificultades para dormir. A última hora del día, mejor descartarla o podría activarte demasiado.
- Evita sobresfuerzos innecesarios. Debes conocer tu cuerpo.
- Ten una dieta rica en potasio, calcio, sodio o magnesio. El plátano debe ser tu gran aliado en este sentido.
- Vigila tus niveles de vitamina B1, B3, D y C. Para ello debes mantener la alimentación adecuada y, si lo necesitas, ingerir complementos vitamínicos que mejoren tu rendimiento muscular.
Ahora que has respondido a las preguntas de qué es y cómo evitar la rampa, entenderás que la prevención y el conocimiento de tu cuerpo son fundamentales. De poco sirve lesionarte si estás preparándote para una competición o si lo que buscas es adelgazar, ya que frenarás toda progresión. Cuídate bien y, recuerda, mantén tu cuerpo hidratado siempre.
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