Los trastornos pueden afectar a cualquier parte del cuerpo. ¿Qué es la tricotilomanía? Un comportamiento compulsivo que lleva a manipular el pelo constantemente, estirándolo, retorciéndolo y hasta arrancándolo. Algunos pacientes con esta patología también se arrancan el vello de las cejas, de las pestañas y el corporal. Es hasta cuatro veces más frecuente en mujeres y, por normal general, empieza antes de los 17 años de edad.
Hay una señal que hace relativamente fácil detectar este trastorno. Hay zonas del cuero cabelludo que aparecen con menos densidad, creando una apariencia desigual. Incluso a veces se puede sorprender al niño arrancándose un mechón de pelo. Debe diferenciarse entre un episodio puntual o actos compulsivos. Por eso hay que conocer los síntomas propios de esta enfermedad. Una de las primeras es que el menor niega que se tire del pelo al ser preguntado. La aparición de alivio después de arrancarse un mechón es una señal inequívoca de esta patología. Además, es posible que se produzcan episodios de ansiedad, tristeza o depresión. Hasta entra en juego la autoestima ya que el paciente tiene una mala imagen de sí mismo.
Tratar la tricotilomanía
¿Qué es la tricotilomanía? ¿Tiene tratamiento? Cuando este trastorno se origina antes de los seis años de edad, lo más normal es que desaparezca sin necesidad de tratarlo. Sin embargo, existen casos más complicados que requieren de la administración de fármacos y de un apoyo psicológico. En este contexto no existe un acuerdo entre los expertos. Son numerosas las medicaciones que parecen surtir efecto.
Las que han obtenido los mejores resultados son aquellas que se encaminan a inhibir la serotonina. Estos fármacos son los que suelen utilizarse para combatir otras patologías como la ansiedad o la depresión. Las terapias psicológicas, por su parte, se centran en tratar de mejorar la conducta, así como técnicas de comportamiento. Estas últimas han tenido cierta eficacia contra esta enfermedad.
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