Una enfermedad muy poco frecuente que puede derivar en una caída muy brusca de la presión arterial. Si no se trata, podría acabar en una insuficiencia orgánica y la muerte. ¿Qué es el síndrome de fuga capilar? Es un trastorno que se caracteriza por los brotes repetidos de fugas masivas de plasma de los vasos sanguíneos a las cavidades y músculos del cuerpo que estén más cerca. Esta patología parece ser que también puede ser consecuencia de la vacuna de AstraZeneca, otro motivo más por la que se desaconseja su utilización.
Al síndrome de fuga capilar también se le denomina enfermedad de Clarkson. Esta patología puede confundirse con reacciones graves a una infección general como un shock séptico. También con complicaciones alérgicas graves como el shock anafiláctico. Los ataques de este síndrome pueden ser consecuencia de una infección respiratoria de las vías superiores o incluso después de un esfuerzo físico intenso. La frecuencia en la que aparecen tiene los dos extremos, desde varios casos en un mismo año hasta sólo uno en toda la vida.
Síntomas del síndrome de fuga capilar
¿Qué es el síndrome de fuga capilar? ¿Cuáles son sus síntomas? No existen unos motivos específicos de esta patología. Puede aparecer irritabilidad, fatiga, dolor abdominal o muscular, náuseas, aumento de la sed o un incremento repentino del peso corporal. Hay que tener mucho cuidado con esta enfermedad puesto que según se fuga el torrente sanguíneo, disminuye la presión arterial. Esto puede terminar derivando en la falta de oxígeno y de los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de órganos tan importantes como los riñones, el cerebro y el hígado.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ya ha advertido que no se vacunen con AstraZeneca las personas que hayan sufrido antes el síndrome de fuga capilar. Es más, el organismo sanitario ha recomendado que esta patología se incluya entre los efectos secundarios de este remedio contra el coronavirus. Un lastre más en el saco de esta farmacéutica.
