El cáncer, en sus muchas vertientes, es una de las enfermedades más mortales del mundo y una de las que afecta a más personas. Una de las formas tal vez menos conocidas es la que acaba de superar el actor Dani Rovira. Eternamente agradecido, el malagueño anunció la buena noticia en sus redes sociales este mismo sábado. ¿Qué es el Linfoma de Hodgkin? Es un cáncer del tejido linfático. Un tejido que se encuentra en los ganglios linfáticos, el bazo, el hígado, la médula ósea y otros sitios por lo que puede tener numerosos puntos de origen.
Se desconoce bien cuál es la causa del Linfoma de Hodgkin. Sí se sabe que es más común entre personas de 15 a 35 y de 50 a 70 años de edad. Los expertos creen que una infección pasada con el virus de Epstein-Barr (VEB) contribuye a generar algunos casos. Además, hay un factor de riesgo. Las personas con infección por VIH tienen más probabilidades que el resto de la población general.
Síntomas del Linfoma de Hodgkin
Una vez sabido, a grandes rasgos, qué es el Linfoma de Hodgkin, es necesario conocer cuáles son sus síntomas. La enfermedad, que aparece sin causa conocida, puede diseminarse a los ganglios linfáticos cercanos y, más tarde, a otros órganos vitales. En cualquiera de los casos, los síntomas son varios. Sentirse excesivamente cansado a toda hora o padecer fiebre y escalofríos intermitentes son señales claras. Sentir picazón por todo el cuerpo, la pérdida de apetito, pérdida de peso inexplicable o sudores fríos abundantes también apunta a este cáncer.
Otros síntomas menos habituales son la tos, dolores en el pecho o problemas respiratorios, sudoración excesiva, dolor o sensación de llenura por debajo de las costillas, dolor en los ganglios linfáticos después de tomar alcohol o piel enrojecida y caliente.
Esta afección tiene tratamiento, aunque depende de varios factores. En primer lugar el tipo de Linfoma de Hodgkin que se sufra. En segundo el estadio de la enfermedad (hasta dónde se ha diseminado), a continuación la edad y otros factores como la pérdida de peso, la sudoración nocturna o la fiebre. Una vez conocido esto se puede aplicar quimioterapia, radioterapia, ambas, o realizar un trasplante de células madre.
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