Las garras del coronavirus son muy alargadas. No sólo por sí mismas, también por las consecuencias que ha generado. Una de ellas es el estrés. Una patología que en muchos casos ha conllevado caída del cabello. ¿Le ha pasado? No es la única persona. Esto tiene un nombre. ¿Qué es el efluvio telogénico? Se trata de un problema capilar que afecta tanto a hombres como a mujeres y que la pandemia ha hecho que afloren los casos.
Sus causas pueden ser muy diferentes. Desde una reacción a un tratamiento a un cambio hormonal, pasando por algún tipo de infección o un periodo de estrés continuado o ansiedad. Se produce porque muchos de los folículos pilosos que están en la fase de crecimiento del cabello (conocida como fase Anagen), de repente, se saltan esta fase y pasan antes de tiempo al periodo de caída del cabello (Telogen). De aquí se deriva su nombre.
No se trata de una enfermedad hereditaria sino más bien una de las formas que tiene nuestro organismo de reaccionar frente a un factor externo. Uno de los más comunes es el estrés psíquico causado por la pérdida de un familiar, un duelo, una separación traumática, un divorcio o una mala situación laboral, entre otras. En este caso, el largo encierro causado por la pandemia ha derivado en este estrés.
El peor enemigo
Y es que el estrés es la principal causa para explicar qué es el efluvio telogénico. Sin duda el estrés es el peor enemigo de nuestro cabello. Cuando estamos estresados se produce un aumento de los niveles de cortisol. Esta es una hormona que se libera como respuesta al estrés y que influye muy negativamente en el crecimiento del pelo. En cualquier caso se trata de un problema bastante común tanto en hombres como en mujeres. Es un tipo de alopecia que, por lo general, está relacionado con algún problema concreto.
La mitad de las mujeres, que son las que ahora en la pandemia más han acudido a las consultas de dermatología por este problema, sufren en algún momento de su vida un problema de caída del cabello. Puede ser por numerosos motivos como una dieta adecuada y, como no, el nivel de estrés. Una caída abundante del cabello es la principal señal de que podemos estar sufriendo esta afección.
