Hay que tener mucho cuidado con los alimentos y extremar la higiene a la hora de manipularlos. Dos obviedades que no hay que pasar por alto. ¿Qué es el cólera? Una enfermedad infecciosa aguda causada por la bacteria Vibrio Cholerae. La afección se caracteriza por desarrollar de forma brusca una diarrea muy importante y, en ocasiones, también vómitos. Por normal general el cuadro clínico suele ser leve, aunque podría darse una deshidratación extrema que pueda incluso causar la muerte. Esta patología requiere de cuarentena.
La forma más habitual de contagio del cólera es por beber agua o comer alimentos contaminados por heces humanas. No suele transmitirse entre personas. Los brotes más destacados suelen deberse a fuentes de agua contaminadas con residuos fecales. Esta bacteria forma parte de la flora normal de aguas saladas, desembocadura de los ríos, bahías y estuarios. En ellas se mezcla con algas, conchas, caparazones, crustáceos y moluscos para sobrevivir. Aparece sobre todo en zonas de Asia, Oriente Medio, África y América Latina. Regiones donde los focos de esta patología suelen darse en los meses de más calor y con mayor incidencia en los niños, aunque puede afectar a cualquier edad.
La bacteria sobrevive en la superficie de todos los alimentos durante cinco días a temperatura ambiente y hasta diez si la misma se mantiene entre los 5 y 10 grados. Tiene capacidad para sobrevivir a la congelación, aunque esto puede impedir que se alcance la cantidad de microorganismos que pueden provocar la infección. Además, igual que sucede con el coronavirus, parece existir una relación entre el grupo sanguíneo y la sensibilidad al cólera. Las personas con el tipo 0 tienen más riesgo que las del grupo A o B.
Síntomas del cólera
¿Qué es el cólera? ¿Cuáles son sus síntomas? La enfermedad suele comenzar con una diarrea repentina, indolora y acuosa que, además, va acompañada de vómitos. En los casos más graves puede llegar a perderse un litro de líquido por hora, pero lo normal es que la cantidad sea mucho menor.
Hay unas medidas básicas de prevención que empiezan con un abastecimiento de agua limpia. Individualmente también podemos protegernos con unos consejos básicos. Hay que cocer los alimentos completamente y consumirlos todavía calientes. Hay que evitar que la comida ya elaborada entre en contacto con otra que aún esté cruda, con superficies contaminadas o con cubiertos sucios. Es preferible no comer frutas o verduras sin pelarlas y, como no, las medidas habituales de higiene como el lavado de manos antes de tocar cualquier alimento.
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