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¿Qué es la demencia?

por WebSalud
¿Qué es la demencia?
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Las peores enfermedades, las más complicadas de rehabilitar y las más dolorosas, son las mentales. Hay varias muy dañinas por la enorme erosión que ocasionan. Esta es una de ellas. ¿Qué es la demencia? Un síndrome caracterizado por el deterioro de la función cognitiva más allá de lo que puede considerarse consecuencia del envejecimiento normal. Puede afectar a la memoria, al pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio.

El término habitual, demencia senil, se considera ya erróneo puesto que esta enfermedad puede afectar a personas de cualquier edad. El Alzheimer representa entre un 60 y un 80% de los casos de demencia. Esta patología afecta en todo el mundo a unos 50 millones de personas, estimando que anualmente se producen 10 millones de nuevos casos. Si este crecimiento se mantiene constante, en 2050 habrá alrededor de 130 millones de personas afectadas.

Las causas

La demencia suele aparecer a partir de los 60 años, por lo que el envejecimiento es uno de los claros factores de riesgo. Está causada por el daño o la pérdida de las células nerviosas y sus conexiones con el cerebro. En función de la parte del mismo que afecte el impacto puede cambiar notablemente. Igualmente puede deberse a diferentes enfermedades o lesiones que afecten al mismo cerebro de forma primaria o secundaria. Entre las primarias está el Alzheimer, la demencia con cuerpos de Lewy y la demencia frontotemporal. Entre las segundas la demencia vascular u otras formas como las infecciosas.

¿Qué es la demencia? ¿Cuáles son sus síntomas? Por norma general se pueden ver afectados el comportamiento emocional o de la personalidad, el lenguaje, la memoria, la percepción y el juicio. En la fase inicial aparece la dificultad para realizar varias tareas a la vez o para tomar decisiones. Según avanza el deterioro puede aparecer la pérdida de habilidades sociales o problemas para comunicarse ya que el paciente olvida los nombres de objetos corrientes. A esto se une la carencia de orientación, por lo que la persona con esta afección puede perderse. El peligro viene cuando el individuo pierde su capacidad de juicio y es incapaz de determinar la peligrosidad de sus acciones. La situación puede llevar a delirios y cambios en el patrón del sueño que deriven en una depresión.

Lea también: Los altos tienen menos riesgo de demencia

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