Uno de los ya muchos síntomas que pueden evidenciar un contagio por coronavirus es la pérdida de olfato. Los afectados son incapaces de reconocer olores. Esto, por sí solo, es una enfermedad que se denomina anosmia. Pero, ¿qué es la anosmia?. En pocas palabras, la carencia absoluta a la hora de discriminar los sabores. La mayoría de las veces viene acompañada de la pérdida de gusto y, por tanto, del disfrute de la comida.
La anosmia se produce cuando una inflamación o una obstrucción impiden que los olores lleguen de manera correcta al área olfatoria. La principal causa de esta patología en los adultos jóvenes es sufrir un traumatismo craneoencefálico. Mientras que en los más mayores viene tras padecer Alzhéimer o por infecciones virales, como en este caso el Covid-19, aunque sobre todo por influenza.
Los fármacos, en caso de pacientes susceptibles, cirugías nasales o de senos, algún tumor en esta zona o las toxinas también pueden terminar derivando en esta enfermedad.
Prueba básica
Una vez respondido qué es la anosmia surgen otras preguntas. ¿Cómo se puede detectar?. A veces una simple prueba en la consulta médica puede ayudar a confirmar la patología. Presionando una de las narinas se coloca debajo de la que queda abierta un olor penetrante como café, canela o tabaco. Si el paciente identifica la sustancia el olfato está intacto. Luego se repite todo con la narina antes cerrada. Es una prueba básica y, por desgracia, poco fiable.
Algo parecido a esto está haciendo el ejército de los Estados Unidos en Corea del Sur. En este caso el olor penetrante es vinagre de manzana. En cuanto a un tratamiento para la anosmia ahora mismo no existe.
Un último matiz. Los pacientes con esta patología deben de ser advertidos sobre el consumo de alimentos almacenados y el uso de gas natural para cocinar o la calefacción. Dado su problema tienen dificultades para detectar el deterioro de la comida o fugas de gas.
