El paso del tiempo, envejecer, suele conllevar el deterioro del cuerpo. ¿Qué es la andropausia? También es conocida como pitopausia o como el Síndrome de Deficiencia de Testosterona (o menopausia masculina) y consiste en una disminución de los niveles de testosterona en los hombres. Suele ocurrir entre los 40 y los 55 años de edad y conlleva la disminución de las capacidades sexuales. Los cambios que suele acarrear esta patología van apareciendo de manera gradual. Normalmente se dan cambios de actitud y estado de ánimo, fatiga, pérdida de energía, del impulso sexual y de la agilidad física.
Estos son los principales síntomas de la andropausia, aunque pueden ir dándose señales que indiquen la llegada de esta patología. El cansancio y una mayor irritabilidad son dos de las señales. También afecta al sexo con una mayor inapetencia y, además, un descenso en los niveles de eyaculación. La suma de todo esto puede derivar en otros problemas que no hay que tomar a la ligera como un malestar anímico, depresión, un aumento de peso y, por tanto, mayores riesgos de sufrir problemas de corazón.
Causas de la andropausia o pitopausia
¿Qué es la andropausia? ¿Cuáles son sus causas? Ni siquiera los propios expertos las tienen claras. Sí se sabe que existen algunos factores que contribuyen a esta condición. Está la opción hereditaria, padecer enfermedades cardiovasculares y las deficiencias hormonales. Sin embargo, resulta evidente que el principal factor son los niveles de testosterona, que disminuyen en los hombres de edades avanzadas.
Es posible prevenirla tomando las debidas precauciones. Para empezar es recomendable visitas anuales al urólogo. También ayudará mantener una dieta saludable para evitar el sobrepeso ya que este puede ser un factor que agrave la enfermedad. Es importante evitar el consumo de alcohol y tomar dos litros diarios de agua para que el metabolismo funcione a la perfección. El ejercicio físico o, en su defecto, actividades que nos resulten entretenidas, también ayuda. Es preferible que se incluyan algunos que sean cardiovasculares para combatir la enfermedad. En un último caso puede recurrirse a inyecciones que aumenten los niveles de testosterona.
