Muchos padres y madres, sobre todo los primerizos, son unos grandes temerosos de todo lo que le pueda ocurrir a su bebé. Es lo natural. De todas formas, es importante saber que hay que estimular los sentidos del hijo desde sus primeros días de vida. En este sentido, ¿puede nadar un bebé? Sí, y se llama matronatación.
Esta modalidad de baño empezó a ganar fama en los años sesenta. Los expertos aseguran que este tipo de entrenamiento en la piscina estimula los sentidos del bebé y además mejora la recuperación del parto de la madre. Dos en uno. Te contamos más sobre la matronatación.
Piensa que tu hijo lleva 9 meses ‘bañándose’ en liquido amniótico antes de nacer. En este sentido, está más entrenado para el agua que para la tierra, por decirlo de alguna manera. Seguro que has visto muchas imágenes de bebés en una piscina y los ves buceando y con los ojos bien abiertos. Y es que ven bastante mejor que un adulto bajo el agua, así como su capacidad auditiva. Durante el crecimiento del feto, conforme gana altura y peso, éste llega un momento en que empieza a oír tanto a su madre como sonidos externos. Por algo será. [Embarazo: cuánto mide y pesa el feto cada semana]
Aunque desde WebSalud te recomendemos que pruebes a nadar con tu bebé, es preferible que antes lo consultes con un especialista y en ningún caso bañarle en una piscina antes de su cuarto o quinto mes de vida. Cuidado si tienen alergias, se han puesto esa semana una vacuna o la piscina tiene excesivo cloro. Por lo demás, todo es ponerse.
Ventajas de la matronatación
La mayoría de los pediatras señalan que se puede nadar con un bebé porque son varios los estudios que alaban sus beneficios. Sin ir más lejos, la estructura ósea de nuestros pequeños se desarrolla más rápidamente cuando nadan. Además, la columna vertebral se estira mejor. Por otro lado, uno de los aprendizajes que realizan los bebés es la respiración y es que nacen con una respiración nasal, pero con el paso del tiempo pasa a motriz. Mediante la matronatación, se favorece este necesario paso.
