Tanto los humanos como otros mamíferos suspiran de manera automática varias veces al día. En muchas ocasiones, de manera inconsciente. Un grupo de neuronas controla varios tipos de suspiros, pero reciben sus instrucciones de diferentes áreas del cerebro dependiendo de la razón del mismo, según un estudio que publica la revista ‘Cell Reports’. Entonces, ¿por qué suspiramos? Lee el artículo y averígualo.
Peng Li, fisiólogo y profesor asistente en el Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad de Michigan puso en marcha un estudio para entenderlo. Comprender el control de las emociones por parte del cerebro es un objetivo central de la neurobiología y la psiquiatría. Eso sí, es difícil debido a los desafíos para descubrir los estados cerebrales emocionales y sus complejos resultados. [Lea también: ¿Qué es la tosferina?]
Cuando los ratones fueron confinados a un espacio pequeño, induciendo un estado de tipo claustrofóbico, su índice de suspiros aumentó de dos a tres veces. En el caso de los humanos, son unas 12 las veces que suspiramos por hora.
Estrés y suspiro basal
Debido a que los suspiros ofrecen una salida simple y medible del cerebro, Li y sus colegas los usan para aprender más sobre cómo se comunican los circuitos neuronales para regular las respuestas conductuales. Identificaron las neuronas y las vías que regulan el suspiro basal. En este nuevo estudio, los investigadores rastrearon desde las llamadas neuronas NMB para ver qué señales estaban recibiendo cuando los ratones estaban bajo estrés, y encontraron una docena de regiones del cerebro anterior que envían entradas directas al centro de control de suspiros. Sin embargo, cuando silenciaron solo las neuronas HCRT, solo el inducido por el estrés disminuyó mientras que el basal no se vio afectado.
En conclusión, para entender por qué suspiramos hay que saber que cuando los alveolos colapsan, la capacidad de los pulmones para intercambiar oxígeno por dióxido de carbono se ve comprometida. La única forma de abrir esos alveolos de nuevo es la de suspirar. Y precisamente hace que entre el doble del volumen convencional de aire de una respiración normal.
