La otitis es una inflamación que se produce en el oído habitualmente por culpa de una infección. Suele afectar al tímpano o al conducto externo del oído y la mayoría de los afectados suelen ser niños pequeños, normalmente menores de 7 años. Desde que nacemos, nuestro cuerpo está en continua evolución, al principio mejorando y después empeorando, pero no para. Durante los primeros años de vida, las trompas de Eustaquio se obstruyen más fácil y ese es el motivo por el que afecta más a los pequeños. Eso no quita que a los adultos les pueda ocurrir, claro. En este sentido, es importante entender qué es la otitis, sus tipos y síntomas.
No todas las otitis son iguales y sus efectos visibles pueden variar también. Es probable que tu oído segregue de manera natural una seromucosa que puede resultar muy líquida, mucosa o directamente como pus. Ocasionalmente incluso hemorrágica. Existen tres tipos de otitis:
- Aguda. Suele ser esporádica y leve.
- Subaguda. Tiene síntomas leves o muy leves, pero destaca por la presencia del líquido que sobresale por el oído (exudado). Hay que tratarla para que no se convierta en crónica pasados aproximadamente tres meses.
- Crónica. Puede ser con exudado durante tres meses o con supuración de mayor duración. Puede existir perforación del tímpano.
Existen varios motivos principales que pueden llevarte a padecer otitis: resfriado/alergia, bucear, sudoración extrema o por efectos externos (mal uso de bastoncillos o haber sufrido un traumatismo). Precisamente el agua de las piscinas es el motivo que explica porqué hay tantos niños que la padecen en los meses de verano. De hecho, la otitis es una de las 5 enfermedades infantiles más comunes.
Síntomas de la otitis
Entre los síntomas más habituales se encuentran: dolor de oído (otalgia), irritabilidad y fiebre. Además, no es raro que se produzca cierto vértigo y supuración (otorrea), siendo muy poco común que se dé una parálisis facial.
La otitis, en niños, puede deberse a una hipertrofia adenoidea, comúnmente conocida como vegetaciones
Según el Dr. Bengoa, otorrinolaringólogo licenciado en la Universidad de Navarra, «la otitis, en niños, puede deberse a una hipertrofia adenoidea, comúnmente conocida como vegetaciones. Esta debe ser valorada por un especialista ORL».
Durante primavera y verano suelen darse casos entre los niños por el uso de piscinas, dando lugar a otitis externas; mientras que en otoño e invierno son mayoritariamente por causas de resfriados, que dan lugar a otitis medias.
En el caso de los bebés, es habitual que se dé después de un resfriado y los síntomas habituales que muestran es la irritabilidad y el llanto. No dudes en consultar a tu otorrinolaringólogo si ves que tú o tus hijos muestran síntomas de algún tipo de otitis.