Es un hecho que la pandemia del coronavirus va a tener consecuencias. Las muertes y las secuelas que deja en quienes se recuperan son ejemplos. Para combatir al virus los gobiernos de todo el mundo optaron por confinamientos. Este encierro no sólo traerá un aumento de los problemas de salud mental, ya ha provocado una situación algo más peligrosa. El mosquito tigre y sus 22 virus llegan a España y al resto de Europa.
Según recoge ‘The Sun’, este insecto tiene un especial gusto por los ambientes húmedos. Recientemente ha podido registrarse su presencia en Ibiza. Se le ha avistado cerca de piscinas, vacías a causa de la falta de turistas debido precisamente al encierro obligado por el coronavirus. Aunque de origen asiático, la creación de estas áreas húmedas y deshabitadas (de forma temporal) lo ha atraído.
La situación es preocupante puesto que también se ha extendido a Europa. Su presencia resulta inquietante. El mosquito tigre, o aedes albopictus, tiene una picadura muy fuerte en la que puede llegar a transmitir hasta 22 tipos de virus distintos. Curiosamente el del SARS-CoV- 2 no está entre ellos según un reciente estudio. Si están el dengue, la fiebre amarilla, el zika o el chikunguña entre otros.
Más grande que el común
El mosquito tigre y sus 22 virus llegan a España. Diferenciarlo es fácil. Este animal es cuatro veces más grande que un mosquito convencional, por lo que su tamaño oscila entre los 5 y 10 milímetros. Suele presentar una coloración café o negra con líneas plateadas en tórax, abdomen y cabeza. Justo esto es lo que da la impresión de un tigre. Hay que tener cuidado porque su picadura es tan fuerte que puede atravesar la ropa.
Por si fuera poco su capacidad de reproducción es bastante rápida. La cuarentena se ha convertido en un espacio perfecto para expandirse por varias zonas de Europa según el documento de ‘The Sun’ recogido por ‘Antena2+’. Las crías tardan en gestarse apenas 12 días. La picadura suele producirse de día.
La desaparición de la gente de sus espacios habituales parece estar siendo el caldo de cultivo para la aparición de especies peligrosas para el ser humano. A principios de mayo se registró la presencia del avispón asesino, que mata a 50 personas al año en Japón.
