Ha pasado más de un año desde que la mascarilla se convirtió en una prenda de vestir más para salir a la calle. La evolución de la pandemia podía hacer pensar que, más tarde o más temprano, dejaríamos de usarla. Nada más lejos de la realidad. El repunte de casos y las nuevas olas de contagios provocaron que muchos expertos dijeran que hasta 2022 sería obligatoria. La Ley de la Nueva Normalidad aprobada en España va más allá. Mascarilla para siempre a los mayores de seis años en todos los espacios públicos o privados abiertos al público. La normativa elimina el apartado que permitía quitársela cuando podía mantenerse la distancia de seguridad de 1,5 metros.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, cree que esta nueva norma es clave para atajar la pandemia. La ley de reciente aprobación se convierte en la principal herramienta a la que aferrarse para detener los devastadores efectos del coronavirus, incluyendo todas las nuevas variantes que ya están en nuestro país. Una buena muestra es la primera víctima mortal que se ha cobrado la cepa de Uganda en Andalucía.
Para hacer cumplir eso de mascarilla para siempre, parte de los artículos de la norma estipulan las multas. En función de la gravedad, no llevar esta pieza de protección supondrá, en el caso más leve, una sanción de 100 euros. Aunque las multas podrían ser mayores según las circunstancias de cada caso.
Control de los fármacos
La Ley de Nueva Normalidad también controlará los fármacos. Los medicamentos considerados esenciales para combatir la pandemia deberán comunicar a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) la cantidad disponible de los mismos. Y también la previsión de provisiones. Otro de los aspectos que incluye está totalmente en manos del Gobierno. De hecho, las autoridades deberán garantizar la presencia de personal sanitario suficiente para atender todas las necesidades de una situación como la actual en plena pandemia del coronavirus.