Las ocho primeras semanas del ser humano, cuando todavía es embrión, son muy importantes. Un desarrollo anormal de los conductos müllerianos en este periodo dará lugar a malformaciones del útero. La mayoría de las mismas son congénitas y, en algunos casos, hereditarias. Las malformaciones del útero también pueden ser adquiridas debido a infecciones o al consumo de ciertos medicamentos durante el embarazo.
En ocasiones no se detecta esta anomalía hasta que se da alguna situación relacionada con el embarazo o la menstruación. De hecho es probable que algunas mujeres puedan tener malformaciones y no saberlo, ya que no siempre se presentan los síntomas.
Síntomas y tipos de malformaciones del útero
¿Cómo saber si hay malformación uterina? Hay varios aspectos que pueden indicar que existe esta anomalía. La ausencia de menstruación (amenorrea), una muy dolorosa (dismenorrea) o una demasiado prolongada (menorragia) son algunos síntomas. La infertilidad, una pelvis siempre dolorida o dolor durante las relaciones sexuales también pueden ser indicativos de que existe esta malformación. No necesariamente tienen que afectar al embarazo.
Hay varios tipos de malformaciones uterinas
1. Útero unicorne. El órgano tiene la mitad de tamaño de lo normal y cuenta con una trompa de Falopio y un ovario.
2. Útero bicorne. Es uno de los tipos más frecuentes. En ella el útero tiene forma de corazón o forma dos cuernos en la parte superior.
3. Útero didelfo o doble. Anomalía que presenta dos cuellos uterinos, dos vaginas y dos semiúteros separados, de un tamaño más pequeño de lo normal pero que funcionan de manera independiente.
4. Útero septado. El útero está dividido en dos partes por una especie de tabique. Es una anomalía también bastante frecuente. Una variante de este tipo es el útero arcuato. Es igual sólo que sin el tabique.
5. Agenesia vaginal. Es la más severa de las malformaciones. Es una anomalía rara que afecta a una de cada 5000 mujeres y que es, directamente, la ausencia de útero.
